Yaremchuk vuelve locos a los belgas, pero se queda con la miel en los labios

La Ucrania de Roman Yaremchuk se despide de la Eurocopa a pocos días de decir adiós de forma oficial al Valencia CF para volver al Club Brujas. Pese a haber sumado cuatro puntos en tres encuentros, el combinado nacional ucraniano queda último de su grupo, en el que hay un cuádruple empate. El delantero lo ha intentado de todas las formas durante los 69 minutos que Sergiy Rebrov lo ha mantenido sobre el terreno de juego y ha sido protagonista de alguna de las mejores ocasiones de su selección.

A la tercera ha sido la vencida para el todavía jugador del Valencia CF, 'en nómina' hasta este domingo, cuando finaliza su cesión. Tras su golazo ante Eslovaquia para darle la victoria a Ucrania en un partido vital, Sergiy Rebrov ha apostado por él en el once titular junto a Artem Dovbyk. Y ha rendido realmente bien, aunque no ha servido de mucho a la postre.

La gran primera parte de Yaremchuk

En la primera mitad, Roman Yaremchuk fue un quebradero de cabeza para Bélgica. De sus botas, en el 19', nació el primer disparo ucraniano. Chutó desde fuera del área, tan duro como centrado. Casteels atrapó el esférico sin demasiada dificultad. Solo un minuto después, se la cedió a Dobvyk en la media luna y este la mandó fuera. Antes de llegar a la media hora, remató desviado con la cabeza un centro de Mykolenko.

Y en los últimos instantes de esta primera parte, llegó la gran ocasión de Ucrania con él como protagonista. Recibió de Shaparenko, se quedó solo ante el portero, pero prefirió hacer el pase de la muerte a su compañero en la delantera. Sin embargo, Artem Dovkyk no llegó y la ocasión se diluyó.

El golazo que explica su titularidad

No es de extrañar que Sergiy Rebrov hubiese apostado por Roman Yaremchuk en el once titular. Ante Eslovaquia, en un partido en el que Ucrania se jugaba la vida, se convirtió en el héroe de su país marcando uno de los golazos de la Eurocopa. Controló en el área un gran pase de Mykola Shaparenko para superar a Martin Dúbravka con una delicadeza de crack en una baldosa.