Pese a que el FC Barcelona aún tiene mucho en juego esta temporada, desde la secretaría técnica se trabaja en la confección de la plantilla para el próximo curso. O más bien, en los escasos retoques que esta necesita.
Las prioridades parecen claras: un delantero puro, que acepte estar a la sombra de Messi, Neymar y Suárez; y un central, posición en la que Robert Fernández trabaja con más ahínco.
La lista de candidatos incluye a futbolistas emergentes como Laporte, del Athletic; Marquinhos, del PSG; o al último en sumarse, Christiensen, defensa del Borussia Monchengladbach cedido por el Chelsea.
El Barcelona no puede hacer un gran desembolso económico, pero ese no es el único problema. Puede resultar más difícil convencer al futbolista elegido para que vista de blaugrana que lograr que su equipo acepte la oferta.
El motivo no es otro que la dificultad para encontrar un hueco en el equipo. Y es que Piqué y Mascherano, pareja de centrales indiscutible para Luis Enrique, complican la llegada de un central al Camp Nou.
El catalán ha estado en 34 de los 48 partidos que el equipo ha disputado en lo que va de temporada. Suma ya 2.967 minutos, un 69% del total de tiempo de juego blaugrana.
Mejores aún son los números para Mascherano. El argentino se ha vestido de corto en 38 ocasiones y acumula 3.168 minutos. Es decir, está sobre el césped el 73% del tiempo.
Por si fuera poco, el que llegue tendrá que lidiar con un tercer competidor: Mathieu. Luis Enrique valora su polivalencia, por lo que no quiere prescindir de su servicios pese a su irregular temporada. Esta temporada ha saltado al campo 28 veces, sumando casi la mitad (47%) de los minutos disputados por el Barcelona.
Más complicada es la situación para Marc Bartra y Vermaelen. El canterano, que no llega al 25% de tiempo de juego, ha captado la indirecta de Luis Enrique, que le ha relegado al papel de 'quinto central', y buscará equipo conforme acabe la temporada. Por su parte, Vermaelen no se ha adaptado bien y todo apunta a que regresará a la Premier.