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Rosell dice que la querella de Roures es porque no cedió ante sus presiones

El empresario Sandro Rosell, expresidente del Barcelona, ha argumentado este martes en el juzgado de instrucción número 8 de Barcelona que la querella que contra él ha interpuesto Jaume Roures, presidente de Mediapro, ha sido porque en su día no accedió a las presiones de éste para ampliar el contrato televisivo del conjunto catalán.En la fase de instrucción de esta querella admitida a trámite, Rosell ha dicho que no contestaría al letrado Arturo Ventura, representante de Mediapro, y sí a la jueza y a su abogado, a los que ha asegurado que la demanda "responde a una represalia personal por haber tomado decisiones cuando era presidente y no haber aceptado la prórroga del contrato televisivo".
Así lo ha mencionado a la salida de la vista en la Ciudad de la Justicia de Barcelona el abogado de Rosell, Pau Molins, ya que el expresidente se ha negado a hablar con la media docena de representantes de los medios que se habían citado fuera de la sala.
"El señor Rosell ha dado un relato alternativo. Lo ha negado todo: que exigiese los correos de la cuenta de Roures y que se llevase a cabo espionaje industrial", ha señalado el letrado, quien ha subrayado que en la vista el exmandatario azulgrana ha incidido en que no accedió a la presión que le hizo Roures para ampliar el contrato televisivo del Barcelona.
"Rosell ha explicado que Roures le amenazó en diciembre del 2011 con que si no ampliaba el contrato televisivo le pondría una querella", ha subrayado Molins.
El grupo Mediapro interpuso a principios de febrero una querella criminal contra el expresidente Sandro Rosell por espionaje empresarial "sistemático, deliberado y organizado", realizado entre 2009 y 2011, como consecuencia de que el exmandatario barcelonista tuvo acceso al correo electrónico de Jaume Roures, presidente del citado grupo de comunicación.
La querella criminal se presentó contra Rosell por un delito continuado de revelación de secreto empresarial, un delito continuado contra la intimidad de Jaume Roures y un delito continuado de hurto agravado.
La querella se amplió, además, a Joan Carles Raventós, director general de secciones del Barcelona; Robert Cama, exresponsable del departamento informático de Mediapro, y contra el FC Barcelona, Bonus Sport Marketing, la empresa de la que era propietario Rosell, y Socktel Servicios Informáticos, del informático querellado.
En la argumentación que hizo Roures ante los medios el pasado febrero, una vez presentada la demanda, expuso que las pruebas presentadas por Mediapro se cimentaban, entre otros aspectos, en una declaración del informático, quien supuestamente había accedido de forma deliberada y sistemática al correo del presidente de la empresa de comunicación.
Roures señaló que Cama remitía la práctica totalidad de los correos a Sandro Rosell y Joan Carles Raventós, quien trabajó con él en Mediapro antes de entrar en el Barça.
A este respecto, la defensa de Robert Cama, encabezada por la letrada Olga Tubau, ha presentado un escrito ante la jueza para que anule la declaración que en su día hizo el informático ante Mediapro y dos abogados, Cristóbal Martell y Bernat Antràs, antes de ser despedido.
La razón por la cual la defensa de Cama ha solicitado la anulación de esta prueba que ha presentado Mediapro (la transcripción de una declaración del informático admitiendo que había pirateado el correo de Roures) es porque "la prestó siendo coaccionado y sin la asistencia de un letrado ", ha recordado el letrado Jordi Pina, que ha asistido a Joan Carles Raventós, además de subrayar que el informático "nunca nombró a Rosell".
Pina entiende que una empresa puede expedientar y expulsar a un trabajador pero si se le estaba acusando de un delito o las pruebas que recogieron las utilizan en un caso penal, "éste debe ser informado de que puede ser asistido por un letrado".
A este respecto, tanto Pina como Molins han explicado a los medios que la transcripción de Cama en Mediapro ni estaba firmada por el informático ni ha estado acompaña de la cinta de audio, "porque dicen que la han extraviado", ha apuntado el segundo letrado.
Por su parte, Mediapro ha asegurado a EFE que Cama hizo dos declaraciones idénticas siendo trabajador de Mediapro, cuando se descubrió el presunto delito y, días después, cuando "se emprendió la instrucción para despedirle".
En este escrito que ha presentado la defensa de Cama se ha pedido que estos dos abogados "no vayan a declarar el día 25 de mayo", ha añadido Pina, cita a la que también están llamados los representantes de Mediapro y la empresa Bonus, que hasta hace unos años era propiedad de Sandro Rosell, y para la que trabajó el informático demandado, que trabajo de manera simultánea en la empresa de Rosell y en la de Roures.
De hecho, en la declaración de Rosell, éste ha asegurado que ha sido a partir de la querella de Mediapro cuando se ha enterado de que el informático denunciado tenía el servidor de Bonus en Mediapro, lo que le ha llevado a argumentar lo siguiente en la vista oral: "A ver quién espiaba a quién".

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