Víctor Martí.Barcelona, 5 abr .- En diez minutos, Fernando Torres pasó de héroe, con un gol marca de la casa ante una de sus víctimas favoritas, a villano, tras ser expulsado por doble amonestación en el minuto 35 y dejar mermado al Atlético de Madrid, que no pudo frenar a un Barcelona (2-1) que se abonó al orgullo de Luis Suárez para dar la vuelta a un encuentro vibrante.
Los años pasan para todos los jugadores, también para el 'niño' que, como los viejos rockeros, rememoró en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones sus mejores éxitos, cuando era una de las pesadillas del Camp Nou.
El '9' madrileño no dejó pasar en el minuto 25 una asistencia milimétrica de Koke para batir a Ter Stegen por debajo de las piernas y silenciar a un Camp Nou incomodado, como sus jugadores.
Su undécima diana en 17 partidos contra el Barcelona. Nueve de ellas en la primera década del segundo milenio, cuando Torres era santo y seña de un Atlético de Madrid que siempre prometía mucho en los primeros compases de la temporada y confirmaba al final de la misma su condición de 'pupas', algo que con Simeone parece haber quedado enterrado.
Con la de este martes, Torres ha anotado seis dianas en el Camp Nou: dos dobletes (2004-05 y 2005-06), en su primera etapa rojiblanca; otro tanto con el Chelsea, en la vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones de la temporada 2011-12, que en el minuto 90 dejaba fuera de la final de Madrid al Barcelona.
Cuatro años después, volvía a ser protagonista por partida doble. Y eso que llegaba a Barcelona como secundario, lejos de los focos que enfocaban a jóvenes como Griezmann, Carrasco o Saúl, presente y futuro del equipo de Simeone.
Pero fue su noche, para lo bueno y para lo malo. Contagiado quizá por la adrenalina del gol, vio dos amarillas en apenas seis minutos, ambas muy similares, típicas de un delantero poco acostumbrado a entrar al choque.
La primera (min.29): una zancadilla en una jugada intranscendente de Neymar en la zona de tres cuartos; la segunda (min.35) por atropellar a Busquets en la medular cuando su equipo ahogaba en el área a un desesperado Barcelona.
Se repetía la historia de hace tres meses, cuando en el mismo escenario el Atlético también se quedó con diez por roja directa a Felipe Luis en el primer tiempo.
Aún así, los visitantes no bajaron la cabeza y con una defensa numantina evitaban las embestidas del Barcelona que, lejos de su mejor nivel, apeló a Luis Suárez para dar la vuelta a un encuentro que en el minuto 62 tenía muy cuesta arriba.
El uruguayo, que hasta entonces no había completado su mejor actuación, pescó un balón que, a trompicones, se coló en el área y con la espinillera batió a un Oblak vendido.
Empataba el Barcelona y las dudas emergían en un Atlético mermado, que siguió apostando por aguantar encerrado en el área, consciente de que el empate era un buen resultado.
Pero Suárez no había dicho la última palabra. Con Messi y Neymar desconectados, el '9' azulgrana daba la vuelta al marcador con un cabezazo (min.74) tras aprovechar un centro de Alves al primer toque.
El Barcelona quiso más, pero no pudo. El club rojiblanco cuenta por derrotas -7- lo choques desde que Luis Enrique asumiera el banquillo azulgrana en verano de 2014, que sigue siendo la bestia negra de Simeone.
Aún así, los 'colchoneros' resistieron 55 minutos con un jugador menos y mantienen viva la eliminatoria gracias a Torres y a pesar de Luis Suárez. Los dos protagonistas en una noche de 'nueves'.