El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, se mostró "contentísimo" tras ganar 1-2 al Sevilla y aseguró que la remontada protagonizada por su equipo les "refuerza mucho más", pues lograron "darle la vuelta" al partido "en un campo muy difícil" y ante un rival que no había perdido en liga en casa.
En la sala de prensa del Sánchez Pizjuán, el técnico barcelonista aseveró que su equipo hizo "una segunda parte muy buena, ha generado muchísimas ocasiones claras de gol y ha podido cerrar el partido, pero no ha sido así y ha estado abierto hasta el final".
"Estoy muy contento por el resultado de jornada y por ganar en un campo muy difícil. Ya sabíamos de la dificultad y aunque las cosas las tenemos preparadas y trabajadas, al final cuesta", indicó Luis Enrique, que precisó que el estado del césped "no era el habitual y no ayudaba a ningún equipo", además de que "la presión del rival hacía que fuera más difícil".
Respecto al cambio radical del Barcelona en la segunda parte, el asturiano consideró que "no es cuestión de encontrar la tecla", sino que los partidos se desarrollan durante 90 minutos y "había que madurarlo ante un rival tan intenso y de calidad como el Sevilla".
Afirmó que el Barcelona empezó "bien" y tuvo "dos claras ocasiones al principio", pero el Sevilla "se adelantó rápido con el gol de Vitolo", por lo que afirmó que "ha sido importante lograr el empate" antes del descanso para volverse "a meter en el partido".
Luis Enrique explicó que en la segunda mitad intentaron hacer "un juego más pausado, aunque al final de pausado ha tenido lo justo por la calidad, el ritmo" y el juego de ataque de ambos contendientes.
"Ha sido una prueba para ver de qué pasta están hecho mis jugadores, que han competido de una manera perfecta y superando momentos complicados. Hemos ganado, el líder había ganado y necesitábamos seguir a su estela", argumentó.
El técnico señaló que tanto su equipo como el Sevilla llegaban de jugar "un partido de Champions, con el desgaste" que supone, "y era difícil, por no decir imposible", que perdieran los dos.
Preguntado por si cree que el empate de Leo Messi fue clave, dijo que les volvió "a meter en el partido claramente" e hizo que no vieran "tan difícil la posibilidad de remontar", pero precisó que en un partido "todos los factores son importantes" porque también hubiera podido cambiar si Neymar o Luis Suárez marcan con el 0-0.
Sobre el enfado de Messi cuando se le salió una bota y se resistió a dejar el campo, por lo que fue amonestado, Luis Enrique dijo que no es "nada destacable" y lo entendió porque "los jugadores están en caliente y no quieren dejar a su equipo con uno menos".
"Recibe una falta e imagino que se le han roto los cordones, y el reglamento dice que tienes salir del campo. El árbitro tiene que hacerlo cumplir, pero ellos están en caliente y a veces hay que pensar que se perjudica al que ha recibido la falta. Es difícil para todos", indicó, además de destacar a su jugador Denis Suárez, pues "cada vez que ha tenido minutos los ha aprovechado al máximo, con un gran rendimiento".