El Barça llega al nuevo parón de selecciones, el último de 2016, con un aspecto más que saludable después de unos partidos vividos al límite, especialmente al haber tenido que trabajar con una defensa en cuadro y echando mano del filial para rellenar los huecos del banquillo.
Anoche, el Barcelona visitaba un campo propicio, como es el Sánchez Pizjuán, donde en las últimas diez temporadas sólo ha perdido un partido (la temporada anterior, 2-1), y el equipo catalán lo sacó adelante e indemne, sin que se le haya caído otro mimbre defensivo.
No obstante, y a pesar de las estadísticas favorables en los últimos años en Sevilla (cinco victorias, tres empates y una derrota), la visita al Sánchez Pizjuán representaba un examen muy exigente por el buen momento del equipo andaluz como local (no había dejado escapar ni un solo puntos en de Liga y Champions) y por el estado de gracia de sus jugadores.
Después del choque de la undécima jornada de la Liga, el Barcelona se erige en el único equipo que esta temporada no sólo ha vencido en el difícil campo sevillista, sino que lo ha hecho por partida doble, al haberse llevado la victoria en verano cuando ganó 0-2 en la ida de la Supercopa de España.
Luis Enrique Martínez no pudo recuperar a ninguno de los cuatros defensas que tiene en la enfermería (Gerard Piqué, Aleix Vidal, Jordi Alba y Jérémy Mathieu), aunque alguno de ellos, ausentes en la convocatoria de las selecciones, podría aparecer para cuando la Liga se vuelva a poner en marcha con el Barça-Málaga, el sábado 19 a las 14:15 horas.
Los Sergi Roberto, Mascherano, Umtiti y Digne se han convertido en fijos e inamovibles del once inicial del Barcelona en los últimos partidos. Todo empezó a complicársele al Barça en el partido contra el Manchester City en el Camp Nou (4-0), en el que el minuto 10 el reaparecido Jordi Alba cayó lesionado, y en el 39 Gerard Piqué también tuvo que abandonar el campo por lesión. Digne y Mathieu ocuparon las posiciones, respectivamente.
Desde entonces, en los partidos contra el Valencia, Granada, City (en Mánchester) y Sevilla, el Barça ha hecho la misma apuesta defensiva, a excepción del encuentro contra el Espanyol, de la Supercopa de Cataluña.
En la Supercopa de Cataluña el Barcelona alineó a muchos jugadores del filial y en ese partido también se lesionó el francés Mathieu.
A pesar de que Luis Enrique ha convocado a los jóvenes Nili y Marlon Santos, que ya que estuvieron en el once frente al Espanyol, el técnico barcelonista se la ha jugado a una carta con Sergi Roberto, Mascherano, Umtiti y Digne, y a pesar del 3-1 en Mánchester y dos errores que ha protagonizado el reconvertido defensa catalán, el Barça ha superado con nota este periodo de partidos con la defensa en cuadro.
Anoche, en el Pizjuán, la exigencia era mayúscula debido a que se esperaba que el Sevilla de Jorge Sampaoli diese mucha guerra frente a la salida de balón del Barça, como así sucedió.
En el tanto sevillista, quizá Sergi Roberto pudo haber hecho algo más con el balón cuando éste salió hacia Vitolo, pero al final del partido las sensaciones en el equipo catalán eran que se había pasado con nota alta la reválida defensiva.
De hecho, antes de la plaga de lesiones, el Barça era cuarto en la Liga y líder en la Champions, y ahora que llega el parón por los partidos de selecciones es segundo en la Liga, a dos puntos del Madrid, y sigue primero en su grupo de la Liga de Campeones con todas las opciones de optar a octavos como primer clasificado.