Tal día como este 25 de octubre, hace tres años, debutaba en partido oficial con el FC Barcelona el delantero uruguayo Luis Suárez, una vez cumplida la sanción de cuatro meses impuesta por la FIFA que le impidió arrancar desde el inicio de la temporada.
Ese día, Suárez volvía a jugar por primera vez desde el Italia-Uruguay del Mundial de Brasil, en el que un mordisco en el hombro de Chiellini le costó un durísimo castigo por parte de la FIFA. El escenario era inmejorable, un Clásico en el Santiago Bernabéu, aunque el resultado final, 3-1 para el Real Madrid, supuso un revés para el charrúa a pesar de comenzar dando una asistencia a Neymar en el minuto 3.
Tardó en encontrar el punta el camino del gol. Exactamente un mes después de debutar, en su sexto encuentro, Luis Suárez anotaba en Nicosia en el 0-4 frente al APOEL, un gran tanto que hacía ya presagiar por fin lo que se esperaba después de que el Barcelona pagara 81 millones al Liverpool para hacerse con los servicios del último Bota de Oro.
Su primer gol en Liga se retrasaría más, hasta el 20 de diciembre en la goleada por 5-0 al Córdoba. Ahí comenzaría a funcionar junto a Messi y Neymar para formar la MSN, una de las mejores delanteras en la historia del Barcelona y el fútbol. Ese año, el equipo de Luis Enrique terminaría logrando el segundo triplete en la historia culé, con Luis Suárez anotando el tanto que ponía por delante a los azulgrana en la final de Champions ante la Juventus.
El siguiente año sería su mejor temporada como futbolista del Barça. Suárez fue clave en la conquista del doblete Liga-Copa, sobre todo en la competición de la regularidad. El punta sudamericano terminó como máximo goleador y Bota de Oro al anotar 40 goles en los 35 partidos disputados, la mayor marca de la historia fuera de Cristiano y Messi. Fundamental fueron, sobre todo, los 14 goles en los últimos cinco encuentros ligueros, con dos 'póker' consecutivos ante Deportivo y Sporting.
En total, Luis Suárez suma en estos tres años completos unos números de escándalo. 123 tantos en 158 partidos que le han valido para lograr una Liga de Campeones, dos Ligas, tres Copas del Rey, dos Supercopas de España, una de Europa y un Mundial de Clubes. Este año no ha comenzado a su mejor nivel, pero si ha demostrado algo el charrúa en este tiempo como azulgrana es que la garra, la entrega y, por supuesto, los goles, están garantizados.