Ernesto Valverde vivirá durante los próximos días dos partidos especiales. El técnico del Barcelona visitará el próximo fin de semana San Mamés después de haber estado cuatro temporadas dirigiendo al equipo bilbaíno y, apenas tres días después, tendrá que viajar a Grecia para medirse al Olympiacos, donde pasó otras tres temporadas no consecutivas.
"Estoy expectante en los dos casos", reconoció el propio Valverde en una entrevista a los medios oficiales del club. "Va a ser la primera vez que esté de visitante en el nuevo San Mamés tras cuatro años allí y hay muchas cosas que me unen al Athletic. Y también va a ser la primera vez que voy a ir a un partido oficial a jugar contra Olympiacos", explicaba el técnico, que se reencontrará con dos aficiones que le guardan un cariño especial.
El entrenador del Barcelona, eso sí, tiene claro que las muestras de cariño y los saludos conviene dejarlos para después del partido, pues no quiere perder la concentración previa: "Intento centrarme en mi equipo. Después del partido habrá tiempo para estar con todos, antes estás con la tensión".
En cuanto a la visita a San Mamés, reconoce que el Athletic siempre ha sido un club "de referencia" y especial para él. "Cada persona siempre tiene un club de referencia y para mi está claro que es el Athletic. Allí he sido muy feliz, tanto jugador como entrenador, y ser feliz siendo entrenador en un sitio no es fácil, porque siempre tienes presión. Hay cosas que trascienden más allá de la profesión: directiva, jugadores, cuerpo técnico, trabajadores... Eso se mantiene para siempre", declaró Valverde, que no esconde su emoción por su regreso a Bilbao.
Su etapa en el Athletic, además, estuvo marcada también por sus continuos enfrentamientos al Barcelona: "Siempre ha estado muy presente en mi etapa como entrenador del Athletic. Fue ante los que debuté, jugué una final de copa, logramos el único título que logré en el Athletic, la Supercopa. Es el equipo con el que más me he enfrentado, siempre nos tocaba la Copa del Rey, la Supercopa...", recuerda el técnico.
Tras esa visita a San Mamés, el Barcelona tendrá que viajar hasta Atenas para medirse al Olympiacos, otro equipo del que Valverde guarda un recuerdo especial: "Lo que más recuerdo es el cariño que la gente me tenía, y todavía no sé por qué. Supongo que les caí bien, aunque también es verdad que los resultados acompañaron. Jugar de local era una fiesta permanente. Al principio, cuando vas al extranjero, no sabes lo que te puedes encontrar, y era un club acostumbrado a cambiar entrenadores, y lo que fue después... Ha sido uno de los mayores experiencias de mi vida", confiesa.