El FC Barcelona vio cómo se le escapaba el triunfo en Balaídos después de que el Celta empatara el partido que iba 1-2 para los culés con un tanto con la mano de Iago Aspas.
A falta de 10 minutos para el final, con el Barcelona con uno menos después de la expulsión de Sergi Roberto, Emre Mor centró la pelota y, cuando Ter Stegen rechazó la pelota, Aspas sacó el brazo a pasear y empujó con él la pelota a la red.
Los jugadores azulgranas apenas protestaron la jugada, que fue muy rápida y el punta de Moaña además tapaba la acción con el cuerpo, pero la imagen no deja lugar a dudas y el tanto no debería haber subido al marcador.