"Es un jugador joven con proyección que el club piensa que nos puede ayudar. Si es titular o no, dependerá de su rendimiento. Hacía tiempo que se le seguía". Así se expresaba Ernesto Valverde, técnico del FC Barcelona, tras confirmarse el fichaje de Malcom por el club azulgrana. Casi un mes y dos encuentros después, sin noticias del brasileño.
Su llegada levantó la polémica. Supuesto 'robo' a la Roma cuando todo estaba firmado, el club azulgrana incorporaba a su plantel velocidad, fuerza y gol en una posición en la que debía brillar el fichaje más caro de la historia de la entidad.
Poco tardaron en llegar los rumores sobre un supuesto descontento de Dembélé y su posible salida, sin embargo, lejos de lo rumoreado, Valverde confía en el francés. "Es un jugador que vivió una temporada extraña, pero que debe crecer y ganar en confianza. Aportará mucho al equipo", explicaba el pasado 18 de julio el míster al ser cuestionado por cómo afectaría el fichaje de Malcom a Dembélé.
Con la llegada de los encuentros oficiales, Valverde ha elegido y Dembélé ha llevado a Malcom a la suplencia... y casi inexistencia. Tras quedarse sin minutos en la Supercopa de España, la esperanza de verlo debutar de forma oficial se encendió el pasado sábado en el Camp Nou, sin embargo, el ex del Burdeos se quedó sin minutos y se convirtió en el único fichaje de la temporada que aún no ha acumulado minutos.
Llegó al club -según Valverde- por informes internos del club, tal y como lo hizo -también según el ex del Athletic- Yerry Mina. El discurso del entrenador tras sus llegadas fue el mismo, ¿y el futuro?