El FC Barcelona empató en Milán ante el Inter con un héroe inesperado para el 1-1 final. Cuando el partido parecía abocado al 0-0, Malcom tuvo su primera gran noche como culé con un gol que a punto estuvo de darle los tres puntos al conjunto azulgrana.
El pasado verano, el exfutbolista del Girondins de Burdeos llegaba al FC Barcelona después de un fichaje 'express' cuando parecía cerrado su fichaje por la Roma. Eric Abidal intercedió y el jugador terminaría recalando en 'Can Barça' después de que los culés mejorasen la oferta económica de los romanistas.
Un fichaje que provocó una polémica entre aficionados de ambos clubes, aunque las directivas no quisieron entrar en polémicas. El director deportivo 'gialorrosso', Monchi, enterró el 'hacha de guerra' reconociendo que el Barcelona había estado más acertado en las negociaciones y ellos no habían cerrado el traspaso, a pesar de anunciarlo en redes sociales.
Esto creaba una enorme expectación en torno a Malcom, que quizás le haya venido grande al futbolista. En pretemporada participó como uno más e incluso anotó alguna diana, pero todo cambió con el inicio de los partidos oficiales.
A sus 21 años, con una delantera con Leo Messi, Luis Suárez, Ousmane Dembelé o Phil Coutinho, se preveía que no tendría muchas oportunidades, aunque nunca lo visto esta temporada. Antes de Milán, Malcom sólo había tenido 26 minutos repartidos entre dos partidos ligueros exceptuando los 80 minutos ante la Cultural Leonesa en Copa del Rey, donde tampoco brilló.
Además, el brasileño era uno de los descartes habituales de Ernesto Valverde. El técnico se limitaba a pedir paciencia con el jugador, asegurando que ya tendría minutos, aunque incluso Munir, que vuelve de cesión, ha contado más que él.
Todo esto hasta que llegó el partido de Milán. Tuvo que ser en Italia, el país donde estuvo a punto de jugar esta temporada como local, donde anotase su primer gol oficial como culé. Malcom recibió un balón de Coutinho en una contra para batir a Handanovic por bajo con un zurdazo. Un tanto que asegura el pase a octavos y, sobre todo, puede relanzar a un jugador que parecía perdido para la causa.