Como cada temporada, el Barcelona afronta el trámite de superar los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, ante un equipo de Segunda División B, La Cultural Leonesa, y en el Camp Nou, donde tendrá que finiquitar una eliminatoria que ya tiene muy encarrilada con el 0-1 de la ida.
Un año más, el club ha utilizado este partido para poner en marcha el Día del Socio Solidario, en el que los socios que lo deseen ceden su abono del estadio en favor de diversas entidades y colectivos con necesidades especiales o riesgos de exclusión.
Una eliminatoria que sirve al Barça para tomar contacto con su competición favorita y a Ernesto Valverde para rodar a los menos habituales a la espera de empresas mayores, como la del derbi liguero del próximo sábado contra el Espanyol.
En el encuentro de ida, el técnico del conjunto azulgrana ya alineó a un equipo plagado de suplentes y jugadores del filial que no cuajó un buen partido ante el cuadro leonés, aunque se llevó la victoria con un gol de Lenglet en el tiempo añadido.
En el Camp Nou, Valverde volverá a reservar a varios de sus piezas clave en el once, como Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets, Rakitic o Messi.
Además, tampoco puede contar con los lesionados Jasper Cillessen, el portero de la Copa, Sergi Roberto, Samuel Umtiti, Arthur Melo, Rafinha Alcántara y Luis Suárez.
La vuelta copera para la Cultural y Deportiva Leonesa supone un banco de pruebas para medir el estado anímico de un equipo que acumula cinco jornadas ligueras sin ganar -cuatro empates y una derrota- y que llega con un más que cuestionado Víctor Cea en el banquillo.
Ello a pesar de que la diferencia con los cuatro primeros clasificados es mínima -tres puntos- para la actual situación de la temporada, aunque las sensaciones sean más negativas que la propia posición en la tabla.
Curiosamente desde que los leoneses recibieron al actual líder -entonces también lo era- de LaLiga Santander, cuando ofrecieron una imagen más que solvente, han ido perdiendo fuelle y confianza en su juego, sin un esquema ni identidad que les haya permitido encaramarse a las posiciones de privilegio dentro del grupo I de Segunda División B.
Los dos últimos resultados ante equipos en puestos de descenso, con un empate ante un Burgos en inferioridad numérica en el Reino de León y una derrota, humillante por la forma, en El Helmántico ante el recién ascendido Salamanca, han levantado todas las críticas hacia el cuerpo técnico y una plantilla con hechuras y presupuesto de superior categoría.
Por ello, Cea buscará mañana en el Nou Camp un partido balsámico que le permita recuperar confianza en sus jugadores que, solo en contados casos, están mostrando un nivel acorde al que se presumía al inicio de temporada.
La intención del equipo leonés será la de intentar plantar cara durante el mayor tiempo posible y eludir un castigo en el marcador que acreciente sus dudas de cara a su verdadero objetivo de intentar volver a la categoría de plata.