El FC Barcelona ha vivido este martes la despedida de una de las últimas promesas de La Masía que llegaron al primer equipo. Sergi Samper, el chico que llegó al club como el 'futuro Busquets', se marcha de vacío y sin apenas oportunidades. Sin embargo, no ha sido el único adiós, ni el único aviso: en el Barça parece que nada volverá a ser como antes.
La Masía parece haber perdido peso. En un club empeñado en prepararse para el adiós de Leo Messi y en encontrar al futuro crack del fútbol mundial, La Masía parece haber pasado a un segundo -o tercer- plano.
El último equipo campeón del triplete con el escudo azulgrana contaba -con dorsal de primer equipo- con nueve canteranos y Pedrito, que llegó a la entidad directamente para jugar con los dos últimos filiales: Masip, Piqué, Bartra, Jordi Alba, Montoya, Sergi Roberto, Busquets, Iniesta, Xavi, Messi, y Rafinha (además del tema de Pedro, Sandro, Munir y Samper). Por si fuese poco, hombres como Piqué, Jordi Alba, Busquets, Iniesta y Xavi eran fundamentales de aquél equipo.
En la actualidad, todo ha cambiado. Valverde 'sólo' cuenta con Piqué, Alba, Sergi Roberto, Busquets, Aleñá, Messi y Rafinha en su plantilla como representantes de la cantera. Y sólo tres son fundamentales.
Con Messi, Piqué, Jordi Alba y Busquets como irremplazables, Sergi Roberto cuenta con un papel intermitente en sus onces, Rafinha está lesionado -y sin apenas opciones-, y Aleñá, finalmente, comienza a tener presencia en el club. A ellos se suma la participación de Miranda y Riqui Puig en apenas algunos minutos del curso.
La diferencia es evidente.
El FC Barcelona se transforma para seguir peleando por todo, el Barça se prepara para la era post-Messi, pero parece que nada volverá a ser como antes en la entidad.