Después de los incidentes ocasionados este miércoles en Barcelona, unos 5.000 aficionados del Olympique de Lyon accedieron al Camp Nou acompañados por un amplio despliegue de seguridad liderado por los Mossos d'Esquadra.
Una hora y media antes del inicio del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, los seguidores franceses desplazados a Barcelona se situaron en el tercer anfiteatro del lateral del estadio, lugar donde habitualmente se ubican las aficiones contrarias en los partidos de la máxima competición europea.
En los prolegómenos del partido, los seguidores desplegaron banderas rojas, azules y blancas y animaron a los jugadores de su equipo.
En su acceso al Camp Nou, no se repitieron lo incidentes que a lo largo de este miércoles se vivieron en la capital catalana, donde la Guardia Urbana de Barcelona detuvo a cinco personas, aficionadas del Olympique de Lyon (OL) y del FC Barcelona, que resultaron heridas tras una pelea multitudinaria en el distrito de Sants.
Además, según avanzó la cadena SER Catalunya, cinco aficionados del equipo francés fueron agredidos con gas pimienta en la avenida de Madrid de Barcelona y uno de ellos fue trasladado al Hospital Sagrat Cor tras ser herido en la cabeza.
Unos 4.500 seguidores del OL, entre ellos unos 300 ultras de extrema derecha, se concentraron esta tarde en la plaza de Artós de la capital catalana, desde donde se desplazaron al Camp Nou escudados por el cordón de seguridad.
Los Mossos d'Esquadra desplegaron desde primera hora de la mañana un dispositivo de seguridad extraordinario, junto con la Guardia Urbana de Barcelona, con el objetivo de controlar posibles enfrentamientos entre grupos rivales radicales del Barça y del OL.