El FC Barcelona ha contado este viernes la bonita historia solidaria en una de sus academias, en un pueblo de Zambia. Allí se encuentra el entrenador Jordi Rovira, y así fue cómo posibilitó que el pequeño Japhet Sakala pudiera seguir cumpliendo su sueño de jugar al fútbol.
En Lusaka, en la zona central de Zambia, el pequeño de 12 años estuvo dos semanas sin poder asistir a los entrenamientos en dicha escuela de fútbol. Sakala no podía permitirse pagarse el transporte para evitar las dos horas de camino andando, ya que además, su madre no le dejaba volver de noche.
Su padre había muerto de malaria poco tiempo antes e incluso su familia tenía imposible pagar el alquiler del lugar donde vivían. Todo cambió cuando el entrenador de la academia Jordi Rovira conoció la historia y se involucró con el pequeño para darle una vida mejor.
Con su aportación económica, la historia ha tenido un final feliz y la familia de Sakala puede subsistir mientras el niño sigue jugando al fútbol con la camiseta azulgrana. Aunque eso no es todo, el FC Barcelona, al conocer la noticia, invitó al pequeño a visitar la ciudad condal y las instalaciones del club.
Mi nombre es Japhet Sakala, tengo 12 años y vivo en un pueblo de Zambia.
Me encanta el fútbol y juego en la Barça Academy de Lusaka. Pero jugar al fútbol en África no es siempre fácil...
👇 HILO 👇 pic.twitter.com/Ndo059a56C
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En mi caso, el camino desde casa hasta las instalaciones del Barça de Lusaka es de dos horas andando. No siempre podía hacerlo y estuve dos semanas sin poder ir. pic.twitter.com/yuN8UHng96
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Cuando volví mi entrenador, Jordi Rovira, me preguntó qué me había pasado y le expliqué que mi madre me prohibía volver andando solo de noche hasta su casa.
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Entonces, Jordi decidió visitar a mi madre. Yo vivo en un campamento de Lusaka y allí descubrió que mi padre había muerto a causa de la malaria y que éramos una familia de seis hermanos, que no nos podíamos permitir el precio del transporte. pic.twitter.com/hwmy28si4U
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Vista la situación mi entrenador decidió pagarme los 6 euros semanales que vale el transporte e incluso, muchas veces me lleva a casa con su coche. Pero este no era el único problema...
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Los entrenamientos comenzaban a las cinco de la tarde. Yo acababa las clases a esa hora y la escuela no me dejaba salir antes a pesar de las peticiones de mi madre. A través de Jordi fuimos a hablar con el director que finalmente cedió y el problema quedó resuelto.
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Pero Jordi es mucho más que mi entrenador.
Gracias a él mi familia y yo podemos seguir viviendo en nuestra casa después de que se hiciera cargo del alquiler: mi madre no podía pagar el alquiler de 50 euros mensuales. También nos ayuda económicamente con la ropa y la comida. pic.twitter.com/gxyReBrtd1
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Esta semana he vivido cosas increíbles para mí. Por primera vez he salido de Zambia, he cogido mi primer avión, he visto el mar y además, he jugado en las instalaciones del Barça.
💙❤️ Un sueño hecho realidad. #BarcaAcademyWorldCup pic.twitter.com/qFqpudJzwQ
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