Leo Messi volvió a brindar, ante el Liverpool, una nueva exhibición para guardar en los libros dorados de la historia del FC Barcelona.
El argentino utilizaba esta cita para dar el paso al frente que tanto se le pedía desde la Ciudad Condal en algunos momentos. Messi llegaba al encuentro muy motivado y comenzaba a demostrarlo con una charla cargada de significado que le ofrecía a sus compañeros sobre el césped, instantes antes de que comenzase el choque.
El '10' culé portó el brazalete y demostró a la perfección lo que debe hacer un capitán en noches importantes para su equipo. Cuando sonó el pitido final, el crack azulgrana mostró su cara más competitiva y se mostraba bastante participativo en todo momento. Una actitud que sólo podría acabar de una manera: con una nueva exhibición.
El gol de Luis Suárez le hizo saber que llegaba su momento y así fue. Tras el paso por vestuarios, Messi salía al campo con la intención de perforar la portería de Alisson. Y así fue. El argentino conseguiría un doblete que acerca al Barça a la final del Wanda Metropolitano: el primero tras un rechace del larguero, y el segundo tras una espectacular ejecución de un libre directo.
Además de estas anotaciones, el futbolista de Rosario se convirtió en una prolongación de Valverde en el césped. Messi fue el encargado de incentivar a cada uno de sus compañeros cuando cometían un fallo o de dar una bronca al jugador que veía más relajado en una cita tan importante.
Tras el pitido final, también se encargó de defender a su compañero Philippe Coutinho tras los pitos recibidos por la afición culé tras ser sustituido: "Es feo despedir a un compañero así. No sé si está bien o mal pero es el momento de estar todos juntos. Estamos en un momento muy lindo y tenemos que estar todos unidos. Ya dije al principio de temporada que esto lo podemos conseguir juntos y no es momento de criticar a nadie sino de apoyar. Quedan tres finales y es momento de apoyar y estar juntos", aseguraba.
Una actuación redonda ante la que el propio Ernesto Valverde tan sólo pudo rendirse en rueda de prensa: "Sabemos lo que es Leo Messi, pero nunca deja de sorprenderte. En este partidos todos tienen que aparecer, él es el capitán, él dirige el juego y después acierta. Ha sido otra vez decisivo", señalaba el técnico culé.
La realidad es que Messi se marcaba un objetivo a principios de temporada y parece que no descansará hasta conseguirlo: devolver al Barça a lo más alto en la Champions League.