El fichaje del central Matthijs de Ligt se ha convertido en la gran prioridad del mercado del FC Barcelona tras la derrota en Liverpool. Su representante, Mino Raiola, ha sido el hombre que habría puesto el freno de mano en una operación que parecía encaminada, aunque su sanción podría suponer una adelanto... o un retraso aún mayor en la operación para su llegada.
El representante, junto a su primo Vincenzo, han sido sancionados por la federación italiana para los próximos tres meses por el 'caso Scamacca'. Esta condena comenzó el día 9, por lo que estaría inhabilitado para negociar hasta el próximo 9 de agosto. La FIFA habría confirmado que esto se produciría a nivel mundial, y no sólo dentro del país transalpino.
Sin Raiola de por medio desaparecería el problema de la alta comisión que habría pedido el apoderado italiano. Se hablaba de casi 14 millones de la operación para el agente de De Ligt, una cantidad que no quieren asumir ni FC Barcelona ni Ajax.
Esta sería la salida positiva, mientras que la negativa llegaría por un posible empecinamiento del representante en aparcar la negociación hasta llegar al fin de la sanción. Según Mundo Deportivo, el fichaje está cada vez más cerca después del avance en las negociaciones una vez han eliminado al Ajax de la Champions League, pero esta sanción cambia el escenario.
Si es para bien o para mal, sólo se verá con el tiempo y, aunque todo apunta a que De Ligt vestirá la camiseta azulgrana la próxima temporada, de nuevo Raiola ha aparecido como una piedra en el camino del Barcelona.