Llegado el 1 de julio y una vez abierto el mercado de fichajes, en el FC Barcelona ya se han puesto manos a la obra para cerrar las operaciones que tienen en marcha. En el club catalán estaban esperando a que empezara el nuevo ejercicio y una vez iniciado llegó el momento de mover ficha.
Griezmann y Neymar, en la órbita culé
Uno de los nombres que más suena en la ciudad condal es el de Antoine Griezmann. La cláusula del delantero del Atlético de Madrid ha pasado este lunes de ser de 200 millones de euros a 120, y se comenta que e Barça ya tendría firmado un preacuerdo con el jugador desde el pasado mes de marzo para cuando llegara este momento.
Otro de los cracks que pululan en la órbita culé es Neymar Jr. En la capital catalana hace semanas que se habla del posible regreso del delantero. El carioca ha comunicado a su entorno su deseo de volver al Barça, de donde habría apuntado el jugador que “nunca debió salir”. Incluso habría accedido a rebajarse el sueldo para que el club azulgrana haga el esfuerzo por recuperarle.
Pero en la entidad culé no piensan pagar los 300 millones de euros que hoy por hoy pide Nasser Al-Khelaïfi por dejarlo salir. En todo caso se plantearían sentarse a negociar si en el PSG aceptan meter a un jugador del Barça en la operación.
El Barça va a por un central
Pero pase lo que pase con estos dos fichajes, en el Camp Nou tienen más objetivos. Y uno de ellos pone en problemas a Gerard Piqué.
Josep Maria Bartomeu, en acuerdo con Eric Abidal y Pep Segura, pretenden cerrar el fichaje de un central. Sin ir más lejos, ya lo intentaron con Mathijjs de Ligt. El motivo es que no terminan de fiarse de la defensa actual y más en concreto del rendimiento que pueda dar un Piqué que ya supera los 32 años. Además, la creciente dedicación del jugador a sus negocios tiene a los mandatarios con la mosca tras la oreja y con el miedo de que todo ello termine pasando factura al canterano.