El Barça sigue trabajando en incorporar a Neymar Junior y Antoine Griezmann, pero no olvida otros frentes abiertos, como la salida de aquellos futbolistas que no cuentan para Ernesto Valverde, caso de Rafinha, o de otros que dejarían una cantidad de dinero importante en las arcas, como Ivan Rakitic o Samuel Umtiti.
Tampoco descartan hacer nuevas incorporaciones. A pesar de haber cerrado ya a Neto Murara, procedente del Valencia, a cambio de Jasper Cillessen, y a Frenkie de Jong, que será presentado en días, aún tienen en mente a un lateral zurdo que pueda dar descanso a Jordi Alba cuando lo necesite.
Por otro lado, Messi impulsa otra incorporación, la de un lateral derecho de primer nivel, que refuerce la posición que, bajo el punto de vista del argentino, es el Talón de Aquiles del equipo.
Nelson Semedo, reclutado en 2017 a cambio de 30 millones al Benfica, no ha rendido a la altura de las expectativas, a pesar de que no ha dejado mal sabor de boca, y podría hacer las maletas este verano. El Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone ya ha ofrecido 25 ‘kilos’, lejos de los 40 que piden por él en el Camp Nou.
Sergi Roberto, por su parte, no es lateral, por más que Valverde se empeñe en alinearlo allí. El de Reus cumple, sin más, pero en las grandes citas sufre lo indecible. Con él en el once titular, es muy complicado ganar la Champions League, la gran obsesión.
Si hay dinero tras acometer los fichajes de Griezmann y Neymar, en Can Barça tienen un objetivo claro para el lateral diestro: Joshua Kimmich, del Bayern de Múnich, uno de los mejores del Mundo en su puesto.
A sus 24 años, es indiscutible, tanto en su club como en la selección alemana. Además, aporta polivalencia, pues puede jugar tanto de lateral, como de interior, pivote defensivo y hasta central.
Gusta mucho, pero en el Allianz Arena no dejarán salir al que apunta a ser su futuro capitán. Eso si, costaría decir ‘no’ a una oferta irrechazable, repleta de ceros a la derecha. Incluso en las últimas horas se especulaba con un posible treque por Ousmane Dembélé, que puede abandonar Barcelona, y es muy del gusto de Niko Kovac.
Sobre la mesa está.
jajaja.