Luis Suárez estuvo bastante en entredicho a final de temporada tras la eliminación del equipo azulgrana de la Champions League. Sobre todo porque decidió operarse para estar listo para la Copa América perdiéndose así la final de la Copa del Rey que el Barça no pudo conquistar.
La afición del Barça no entendió que el delantero uruguayo dejara tirado de esa manera al club que le paga por su selección y a su llegada a Brasil tuvo que justificarse, aunque sus palabras lejos de solucionar nada levantaron más polvareda entorno a su decisión de "borrarse" de la Copa del Rey.
Sin embargo, Luis Suárez se siente importante y poderoso en el FC Barcelona y sabe que está respaldado por un Leo Messi que es el encargado de dar el visto bueno a todas las operaciones que se hacen referentes al primer equipo del Barça.
Leo Messi quiere que Neymar vuelva al Barça y parece que el club catalán intentará su fichaje. Sin embargo, eso parece que no cambiará los planes del club de incorporar al delantero francés Antoine Griezmann, quien está apalabrado desde marzo.
Esos dos fichajes ponen a Ernesto Valverde en una tesitura comprometida porque hay pocos sistemas que puedan resistir jugar con cuatro delanteros que apenas tengan esfuerzo defensivo.
Que el cuarteto mágico juegue junto solo sería viable para momentos puntuales, pero no como algo rutinario.
Valverde tiene en mente seguir con el 4-3-3 que tan bien le ha funcionado siempre al Barça y parece que el jugador que tendría más papeletas para ir al banquillo sería el uruguayo Luis Suárez.
El delantero ya ha avisado que si no es titular indiscutible habrá lío y de los grandes en el conjunto azulgrana, ya que él ha marcado más goles que Neymar y Griezmann esta temporada.