El Barça ha tomado una decisión. En la medular hay un gran ‘overbooking’ de jugadores y el elegido para tomar la puerta de salida es Arturo Vidal, a pesar de su gran rendimiento en su primera, y parece que única, temporada.
El chileno fue reclutado el verano pasado a cambio de 23 millones de euros desde el Bayern de Múnich, y lo cierto es que su comienzo fue bastante pobre.
Pero supo como ganarse la confianza de Ernesto Valverde y acabó siendo indiscutible en el once inicial, y una de las pocas noticias positivas del final de campaña.
Pero la llegada de Frenkie de Jong, la reconversión de Sergi Roberto, la presencia de Arthur Melo y la irrupción de Carles Aleñá provoca que haya demasiadas opciones para solo dos puestos. Y, si hay que elegir, prefieren traspasar al sudamericano antes que a Ivan Rakitic, que tampoco tiene su futuro asegurado.
El motivo no es otro que la cantidad de ofertas que hay por uno y otro. Si bien es cierto que el internacional croata tiene bastantes más equipos detrás de él, ninguna alcanza el valor que le dan en el Camp Nou, pidiendo unos 55 ‘kilos’ para dejarle ir.
Por Vidal, en cambio, hay un equipo dispuesto a poner sobre la mesa 28 millones, incluso más de lo que desembolsaron por él. Y ese equipo es el Inter de Milán de Antonio Conte, entrenador que ya lo tuvo a sus órdenes en la Juventus de Turín, y que sacó su mejor versión.
El cuadro ‘neroazzurro’ prepara un proyecto ambicioso en el que Arturo sería pieza clave, y más tras la marcha de Radja Nainggolan, que no ha convencido, al Cagliari como cedido.
Y en el Barça no creen que haga falta acudir al mercado para encontrar a un sustituto. Cree que están en el momento de apostar por Riqui Puig, al que Segunda División B ya se le queda muy pequeña.
A sus 20 años, ha demostrado en la pretemporada que está más que capacitado para asumir el reto. La cantera pide paso y la afición clama por ver en acción al que ya consideran ‘el nuevo Andrés Iniesta’.
Podría tener ficha y dorsal del primer equipo.