Parece que FC Barcelona y Paris Saint-Germain acercan posiciones en la operación Neymar. Según algunas fuentes, representantes del Barça se desplazaron a la capital francesa este martes para establecer posturas y las cosas habrían quedado bastante claras.
EL PSG, por su parte, exige la inclusión de dos jugadores en la operación más una cantidad de dinero. Los blaugrana, en cambio, están dispuestos a pagar dinero, pero solo piensan en, como mucho, a un crack.
Los franceses quieren que los nombres que entren en el trueque sean Nelson Semedo y Phillippe Coutinho. Los culés se niegan. A Semedo lo consideran intocable. Solo acceden a que en la operación entre el brasileño.
Pero a Nasser Al-Khelaïfi Coutinho le parece insuficiente. Sabe, además, que el Barça se lo quiere quitar de encima. Y que aceptando el cambio de cromos con el carioca además les estaría haciendo un favor.
En el club catalán son conscientes de la situación. No pasa desapercibido que el ex del Liverpool no cubre las expectativas del PSG. Y por eso hay otros nombres que se barajan en la operación.
Uno de ellos es Ivan Rakitic, que actualmente tiene una gran cotización en el mercado. Y él mismo ha dicho que está a disposición de las necesidades del club.
Pero el croata no se quiere mover de Barcelona. Y empieza a mosquearle que metan su nombre cada dos por tres en un cambio de cromos. Pero ojo, porque el enfado no es tanto con los responsables como con los pesos pesados del equipo.
Al centrocampista no le está gustando un pelo que los pesos pesados den luz verde a su salida si ello implica el regreso de Neymar y que no muevan un dedo por su continuidad en el club culé. Empieza incluso a sentirse traicionado por sus compañeros. El fichaje del brasileño aún no se ha producido, pero empieza a causar los primeros estragos en el vestuario del Barça.