El fútbol no se detiene para nadie. Ni para los clubes, que se precipitan en algunas incorporaciones e inversiones que jamás llegan a funcionar, ni en los jugadores, que pasan rápidamente de la élite al olvido. Estos son los casos de FC Barcelona y Malcom: el 'robo' a la Roma que ahora se acerca al olvido.
El delantero brasileño llegó a Barcelona tal y como se fue: sin apenas conocimiento, ni cariño, ni aprecio del público. Llegó por algo más de 40 millones y se marchó casi por la misma cantidad. Pero su salida al Zenit, que prometía ser un importante cambio en su carrera, no ha tenido efecto alguno.
Señalado por supuestos capítulos racistas en su primer encuentro en Rusia, Malcom sufrió un importante golpe en la cadera y le dejó K.O en su segunda aparición. Desde aquella tarde, no hay rastro alguno del brasileño.
Con poco más de 60 minutos con su nueva camiseta, en Rusia han llegado a tantear incluso una nueva transferencia en el próximo mercado invernal y el que fuese fichaje más caro de la historia en el país, se marcharía con la sensación de que su carrera ha terminado demasiado pronto.
El extremo, que estaba llamado a ser el hombre idóneo para dar descanso a Leo Messi o Luis Suárez, se ha convertido en un futbolista olvidado, sin minutos en Rusia y sin apenas esperanzas de volver a ser aquél hombre que brilló en la Ligue 1.
El destino aún tiene una carta guardada para Malcom, pero el jugador se devalúa día a día y de los 40 millones que se pagó ahora sólo aparece el olvido alrededor de una triste y desfigurada escena.