Barcelona, 24 sep (EFE).- El FC Barcelona se despidió este martes del Miniestadi, cuyo derribo empezará el mes que viene, con un acto institucional en el que algunos de sus inquilinos recordaron los momentos que vivieron en el estadio en el que jugaron el filial y, en los últimos años, el primer equipo femenino y el juvenil en competición europea.,Al Auditorio 1899 del Camp Nou acudieron, entre otros, directivos, exjugadores y entrenadores de las categorías inferiores, así como trabajadores del
Barcelona, 24 sep .- El FC Barcelona se despidió este martes del Miniestadi, cuyo derribo empezará el mes que viene, con un acto institucional en el que algunos de sus inquilinos recordaron los momentos que vivieron en el estadio en el que jugaron el filial y, en los últimos años, el primer equipo femenino y el juvenil en competición europea.
Al Auditorio 1899 del Camp Nou acudieron, entre otros, directivos, exjugadores y entrenadores de las categorías inferiores, así como trabajadores del club para rememorar 37 años de fútbol y anécdotas.
Bajo el lema "Gràcies, Mini!" ("¡Gracias, Mini!"), el periodista Pere Escobar condujo un acto emotivo en el que participaron la capitana del Barcelona, Vicky Losada, el entrenador del Barcelona B, Francisco Javier García Pimienta, el director de relaciones institucionales, Guillermo Amor, y el exjugador Juan Carlos Pérez Rojo.
Todos ellos compartieron una tertulia en la que rescataron de su memoria algunos de los momentos más especiales que vivieron en el Miniestadi.
Rojo, el más veterano y miembro del primer Barça B que jugó en el Mini, desgranó con cierta nostalgia cómo se vivían los partidos en los primeros años de vida de la instalación.
"El Barça B enganchaba porque los jugadores estaban más tiempo en el equipo. Ahora ha cambiado, porque los jugadores, al año, piden salir y, en cierta manera, por la gran diversidad de ocio que ahora existe", opinó.
Otro de los primeros jugadores en pisar el Miniestadi en el día de su inauguración, el 23 de septiembre de 1982, fue Guillermo Amor. Aquella noche el actual director de relaciones institucionales, siendo jugador del infantil, sustituyó a Diego Armando Maradona.
"Fue un día mágico y especial, fue importantísimo para mí -reconoció Amor-. El Mini era el último paso. Llegar al primer equipo antes era muy difícil, ahora es más fácil".
Amor también recordó que su situación, a pocos minutos de la facultad de farmacia, situada en la avenida Diagonal, era propicia para que los jóvenes jugadores de su generación pisaran la universidad, aunque no precisamente para empezar una carrera.
"La facultad de Farmacia siempre ha estado ahí. Íbamos a estudiar y a comer el bocadillo, porque era más barato", dijo entre risas.
También el actual técnico del filial, García Pimienta, pisó siendo jugador el césped del Mini. "Lo más bonito es jugar, pero la mejor manera de estar vinculado es siendo entrenador. Me he formado como jugador, persona y ahora como entrenador. Como jugador siempre tienes la ilusión de llegar al Mini".
En los últimos años, el estadio, donde se construirá el nuevo Palau Blaugrana, ha acogido los partidos de la Liga de Campeones del equipo femenino.
Vicky Losada ha sido testigo directa de la eclosión del fútbol femenino en la entidad. Su primer recuerdo, el debut con derrota en la Liga de Campeones contra el Arsenal, contrasta con el más reciente: la clasificación para la final de la máxima competición europea el pasado mes de mayo.
"Debutamos en una 'Champions' contra todo un Arsenal. Estábamos deseando que llegara ese partido porque era la oportunidad de jugar en el Mini, algo que íbamos a disfrutar", apuntó.
Las instalaciones del estadio, sin embargo, no estuvieron pensadas para un equipo femenino, algo que para Vicky solo tenía un pequeño inconveniente: "Lo único es que para ir al baño tenías dos opciones: una opción que nosotras no utilizábamos, mientras que vosotros, los hombres, podéis elegir".
El acto lo cerró el vicepresidente del área social, Jordi Cardoner -el presidente Josep Maria Bartomeu se ausentó por una gripe-, que lamentó que, a menudo, los barcelonistas hayan sido injustos con el Miniestadi.
"Quizá nos ha faltado asistencia y eso nos tiene que alentar para que el Estadi Johan Cruyff sea una palanca para el fútbol femenino y para nuestro modelo que apuesta por el fútbol formativo", apuntó Cardoner.
El derribo del Mini, que empezará el mes que viene con los trabajos previos y durará aproximadamente seis meses, se hará de forma mecánica para favorecer el reciclaje del 80% de los materiales.