Leo Messi ha vuelto, ahora sí con todo su fútbol y con el gol. El jugador argentino pudo disfrutar de un partido sin un ente extraño en el terreno de juego como es hasta el momento Antoine Griezmann en el FC Barcelona, y pudo sacar lo mejor de sí mismo.
La estrella del Barça no estaba nada convencida con el nivel que estaba dando el ex jugador del Atlético de Madrid y con la entrada de Ousmane Dembelé por el francés se pudo ver un equipo mucho más ancho y con opciones muy diferentes para el ataque, algo que con Griezmann por el momento no se habían podido ver ya que el ex colchonero solo se había dedicado hasta el momento a tirar paredes.
Parce que Leo Messi no acaba de tragar del todo a un Antoine Griezmann que está tirando de estatus ganado en otros lugares, pero que en el Barça aún no ha demostrado ni un ápice de ese fútbol que se le presupone. Al argentino nunca le gustó aquello que dijo el francés de que ya estaba comiendo en la misma mesa que Cristiano Ronaldo y Leo Messi y parece que se está encargando de demostrar que está muy lejos de lograr eso.
Además, parece que Leo Messi cree que el delantero francés está muy lejos de estar en forma, se le ve demasiado lento y poco explosivo, algo que está restando opciones ofensivas al equipo que mejora mucho con otro perfil de jugador más eléctrico como Ansu Fati, Ousmane Dembele o Carles Pérez.
Antoine Griezmann tiene mucho trabajo por delante para ganarse la confianza de un Leo Messi que juzga por lo que se da en el terreno de juego y ahí su examen hay muchos cracks que no lo han pasado.