El Comité de Competición confirmaba el pasado miércoles la nueva fecha para
el Clásico. Un encuentro que tendrá lugar finalmente el día 18 de diciembre en el Camp Nou, fecha que no viene del todo bien al FC Barcelona.
Y es que el conjunto culé no ha salido nada beneficiado con la nueva fecha en la que se disputará uno de los dos encuentros que serán claves en la lucha final por LaLiga Santander.
El primero de los motivos sería el momento de ambos equipos. El Barça llegaba a la gran cita lanzado, tras comandar tanto la competición doméstica como la Champions League.
Parte de culpa la tiene Leo Messi. El argentino ya enlaza tres encuentros consecutivos viendo portería y esperaba con ganas la cita ante el conjunto blanco.
Todo lo contrario que en el Real Madrid. El conjunto blanco iba a viajar al Camp Nou en un momento delicado con un Zinedine Zidane bastante tocado y con muchas dudas tras la derrota ante el RCD Mallorca y la victoria por la mínima ante el Galatasaray.
El calendario tampoco beneficia en nada al equipo dirigido por Ernesto Valverde. Y es que hasta la fecha, el conjunto azulgrana tendrá encuentros tan exigentes como la visita al Wanda Metropolitano para enfrentarse al Atlético de Madrid o los viajes a Milán y a San Sebastián para medirse al Inter y a la Real Sociedad, respectivamente. Mientras que el conjunto blanco el partido más complicado, a priori, es su visita a Mestalla para verse las cara ante el Valencia.
La última desventaja tiene que ver con la enfermería. La nueva fecha ayudará a la recuperación tanto de Gareth Bale como de Luka Modric, dos piezas fundamentales que no tenían aseguradas sus presencias en el duelo. Aunque Ernesto Valverde también podrá contar con un Ousmane Dembélé que se iba a perder el duelo por su expulsión ante el Sevilla.