¿Qué sería de este Barcelona sin Leo Messi? El argentino ha vuelto a ser determinante, una vez más, para aupar al conjunto culé hacia una victoria que le mantiene como líder de la clasificación de LaLiga Santander.
El '10' azulgrana saltaba al campo concentrado, con ganas de volver a maravillar a todos los amantes de este deporte con una nueva exhibición. Algo que volvería a conseguir.
Y es que Leo Messi lo que se propone lo acaba consiguiendo. No era una cita sencilla. A 'su casa' llegaba un Celta en problemas, con un nuevo capitán, Óscar García, que contaba con la ilusión de robar un buen fortín. Pero es muy difícil reinar en el templo del sudamericano.
El encuentro lo comenzaría de menos a mas y pegaría su primer zarpazo en el minuto 25. Un instante en el que aprovecharía un lanzamiento desde el punto de penalti para adelantar a su equipo en el marcador y celebrar su sexta diana liguera.
Cualquier jugador se podría conformar con un gol, pero no Leo. Y menos cuando le cabrean. Algo que conseguiría el propio Cuadra Fernández al señalarle una falta inexistente que terminaría con el empate en el marcador del Celta y el murmullo en la grada.
Un punto de inflexión que Leo Messi aprovechaba para dibujar en su 'lienzo' dos nuevas obras de artes. Dos cuadros de una factura incalculable ante el que nada pudo hacer Rubén. Y es que en tan sólo tres minutos (45 + 1 y 47, respectivamente) el mago argentino decidiría que el choque tocaba a su fin con dos lanzamientos de falta que besaron las escuadras de la portería viguesa.
Una noche mágica que deberá agradecer enormemente un Ernesto Valverde al que ya le merodeaban los fantasmas de un posible despido. El extremeño puede respirar aliviado, Leo está de su parte.