Leo Messi cogió la batuta este miércoles para liderar, una vez más, una victoria del FC Barcelona. El conjunto blaugrana venció este miércoles al Borussia Dortmund (3-1) en el Camp Nou y selló matemáticamente el pase a los octavos de final de la Champions League como líder del Grupo F.
Con Messi, el Barcelona irá de turismo a Milán en la última jornada. El astro argentino, que participó en los tres goles de su equipo, guió al conjunto azulgrana hasta el triunfo ante el Borussia Dortmund.
Valverde sorprendió con un once en el que estaba Ratikic, en lugar de Arthur, y Dembélé, en vez de Griezmann. El centrocampista croata erró en el primer balón que tocó y propició una contra del Dortmund que acabó con un disparo de Shulz que Umtiti sacó en la línea de gol. Fue su único borrón en todo el partido.
Dembélé, que empezó siendo de los más activos en la ofensiva local, se retiró lesionado mediada la primera mitad. El punta francés se rompía por enésima vez y abandonaba el césped del Camp Nou entre rabioso y abatido, en una de las imágenes más duras de la noche.
A Griezmann la lesión de su compañero le permitió presenciar, en primera fila, cómo la química existente entre Messi y Suárez decantó el choque. Luego, el francés se añadiría a la fiesta en la segunda mitad.
La primera conexión entre el argentino y el uruguayo acababa en gol, anulado por fuera de juego, a los veinte minutos. En la segunda, Messi volvía a habilitar a su amigo, que batía a Bürki pocos segundos antes de la media hora, esta vez en posición correcta.
Messi ponía a prueba al meta del conjunto alemán a la jugada siguiente antes de hacer el segundo, después de que Suárez le devolviera el regalo del 1-0.
La jugada vino precedida de un robo del incansable De Jong, omnipresente en el centro del campo y entregado a la presión tras pérdida con tal devoción que acabó contagiando a sus compañeros.
Y es el que Barça, que había empezado apretando arriba, dejó de hacerlo a los pocos minutos -algo que sucede con demasiada frecuencia esta temporada- hasta que volvió a hacerlo, animoso, ya con el marcador a favor.
El Dortmund, que solo tuvo una llegada más en los primeros 45 minutos, también con Shulz de protagonista, fue apagándose poco a poco hasta quedar a merced del equipo catalán que, sin hacer un fútbol espectacular, se fue al descanso con una merecida victoria parcial.
El Barcelona se vio con pie y medio en octavos y bajó una marcha tras la reanudación, pero la escuadra germana no se sintió capaz en ningún momento de darle la vuelta al marcador. Y eso que el conjunto local le cedió terreno dispuesto a matar el partido a la contra y que Bradnt, a la hora de juego, tuvo un claro remate a bocajarro que se encontró, como casi siempre en esta 'Champions', con una acción felina de Ter Stegen.
Del resto se encargó Messi. Siempre Messi. El '10' avisó primero con un cabezazo que se marchó alto y, poco después, condujo magistralmente una contra para redimir a Griezmman, que se estrenó como goleador azulgrana en la máxima competición continental.
El propio Messi a punto estuvo de marcar el cuarto con un lanzamiento de falta escorado que pegó en la cruceta, antes de que Sancho, en el minuto 77, hiciera el 3-1 con un derechazo desde la frontal.
De nuevo Sancho pudo haber puesto emoción al choque, a cuatro minutos para el final, pero entre Ter Stegen y el larguero evitaron que su disparo acabara en el segundo gol del Dortmund.