En los más de dos años de existencia del estadio Wanda Metropolitano o en los 63 partidos oficiales ahí del Atlético de Madrid, de los que sólo ha perdido cuatro, no ha habido hombres más decisivos que Jan Oblak y Antoine Griezmann, enfrentados este domingo en un territorio que gobernaron juntos dos temporadas.
Son dos figuras imprescindibles de la aún breve historia del moderno campo rojiblanco. El guardameta, un líder en el Atlético, por tantas y tantas paradas y 39 partidos ahí con su marco sin ningún daño; el delantero, hoy en el Barcelona, porque nadie ha marcado más goles que él sobre ese césped... cuando era rojiblanco.
No lo es ya desde el final de la pasada campaña, cuando el Barcelona se lo arrebató al Atlético a cambio de los 120 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión; una situación que ya cuanto menos se intuía cuando el internacional francés jugó su último partido allí como local en un 1-1 frente al Sevilla en mayo.
Ahora vuelve con otra camiseta y otro escudo al Metropolitano, del que inauguró el marcador el 16 de septiembre de 2017, con el gol que dio el triunfo a su entonces equipo, el rojiblanco, frente al Málaga. Fue en el minuto 60. Once días más tarde, también estrenó la cuenta local en la Liga de Campeones, de penalti contra el Chelsea.
Él es aún el máximo goleador del estadio: 29 tantos, con 15 el pasado curso y 14 el anterior, en un recorrido de 48 partidos; los últimos 15, a la vez, con diez goles para el Atlético. Desde su salida, el equipo rojiblanco ha sumado trece tantos en nueve choques del curso, cuatro de Álvaro Morata, que ha tomado el relevo.
Ángel Correa, con diez dianas, es el mejor goleador de la actual plantilla del Atlético en el Wanda Metropolitano, entre tres campañas; seguidos con siete tantos por Diego Costa, Koke Resurrección, Saúl Ñíguez y Morata, aunque el atacante madrileño sólo en menos de una temporada. Desde el mes de enero pasado.
Griezmann, el quinto mejor goleador de la historia del Atlético con 133 goles en 257 partidos, fue un elemento esencial para su equipo en quince de las 44 victorias conseguidas en 63 duelos allí por el conjunto entrenado por el argentino Diego Simeone.
"A lo mejor un poquito (se hará extraño). Lo he tenido cinco años a mi lado, pero él ha decidido marcharse, ha decidido ir al Barcelona, así que va a estar del otro lado. Me toca parar todo lo que va a tirar", explicó en una entrevista al diario 'AS' Oblak, tan determinante como él en las dos temporadas anteriores en ese campo.
El portero esloveno ha sido el protector de una fortaleza algo más vulnerable últimamente, porque ha concedido cuatro empates en sus nueve choques de esta temporada, pero donde sólo han vencido cuatro equipos en más de dos años. Y sólo tres con Jan Oblak en la portería: el Chelsea, el Espanyol y el Real Madrid.
El conjunto londinense y el blanquiazul lo hicieron en 2017-18 por 1-2 en la Liga de Campeones y por 0-2 en la Liga, respectivamente, mientras que el equipo blanco fue el único capaz de ganar allí en todo el pasado ejercicio 2018-19 o en todo este 2019, por 1-3 en la Liga, en el derbi disputado el pasado 9 de febrero.
Son las tres únicas derrotas en los 57 partidos ante su afición de Oblak, de los que su equipo ganó 40, 18 de ellos por el mínimo margen de un gol de diferencia, e igualó 14, con 28 goles en contra que se reparten en tan solo 18 partidos entre la Liga, la Liga de Campeones y la Liga Europa, las competiciones que juega él.
En un 68 por ciento, 39 de ellos, terminó imbatido los 90 minutos. Sólo 14 de los 33 rivales diferentes a los que se ha enfrentado en ese estadio le han marcado algún gol, con el Eibar, con cinco, en cabeza en ese sentido. Y contra el Barcelona se ha enfrentado en dos ocasiones en ese escenario con sendos empates 1-1.
El resto son el Real Madrid (3), el Espanyol (3), el Chelsea (2), el Juventus (2), el Valencia (2), el Athletic Club (2), el Brujas (1), el Villarreal (1), el Qarabag (1), el Sevilla (1), la Real Sociedad (1) y el Girona (1). En 35 de los duelos con su portería a cero, su equipo se hizo con la victoria final. En cuatro empató.