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La increíble casualidad en el debut de Quique Setién y Johan Cruyff en el Barça

Periodista. Siempre desmarcado.

La mala dinámica del FC Barcelona provocó el cese de Ernesto Valverde. Su despido supuso el fin a una etapa de dos temporadas y media en las que el cuadro barcelonista ganó dos trofeos de LaLiga Santander, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Sin embargo, el equipo sufrió sendos varapalos en Europa, con las eliminaciones a manos de la Roma y el Liverpool. Además, el 'ADN Barça' se había quedado por el camino. Es por eso que la directiva ha decidido hacer una apuesta en firme por la idea que implantó Johan Cruyff, con la incorporación de Quique Setién.

Quique Setién, en su primer entrenamiento con el Barcelona (Foto: FCB).

Y es que el cántabro ha sido uno de los máximos exponentes del llamado juego de posición. Esa idea que el holandés, en su etapa como entrenador, decidió implantar en el Barcelona. Ese modelo que bebía del 'fútbol total' de RInus Michels. Y ese sistema por el cual Quique Setién recibió el premio de la Fundación Johan Cruyff.

Setién emulará a su referente hasta en el rival de su debut

Pero el destino, la casualidad, el azar... Llámenlo como quieran, va más allá. Y es que se da la curiosa circunstancia de que el nuevo técnico barcelonista emulará a su referente hasta en el debut como azulgrana. Johan Cruyff se estrenó con el Barcelona el 28 de octubre 1973. Su primer partido como culé fue en el Camp Nou, ante el Granada, con victoria por 4-0. El delantero, que fue presentado ese mismo día con el '9' a la espalda, generó el 1-0, metió el segundo y cerró el marcador con el cuarto. Un doblete en su primera comparecencia como azulgrana. Nada mal.

Johan Cruyff, en su debut como barcelonista ante el Granada (Foto: FCB).

Por su parte, Setién también debutará como culé frente al Granada. Más de 46 años después, el cántabro recoge el testigo con la difícil labor de que su Barça recuerde a lo que un día fue. A recuperar la identidad que implantó Cruyff y que Pep Guardiola elevó a su máximo exponente. La suerte del cántabro será la de todo el barcelonismo.

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