Después de una primera mitad de curso sin oportunidades con Ernesto Valverde, el joven jugador del filial azulgrana Riqui Puig volvió a sonreír con Quique Setién en el banquillo, siendo clave con una recuperación de balón que terminó en el único tanto contra el Granada CF (1-0), obra de Lionel Messi.
Sin De Jong, sancionado, y Arthur Melo todavía sin ritmo tras superar unas molestias en el pubis, al nuevo inquilino en el banquillo del Camp Nou no le tembló el pulso para dar la alternativa en el minuto 70 al joven centrocampista de Matadepera (Barcelona).
En el primer partido oficial esta temporada con el primer equipo, Puig fue el primer cambio de Setién y jugó veinte minutos en los que el Barcelona consiguió desarbolar la defensa granadina con un único tanto que llevó su sello.
Moldeado en la Masia como un centrocampista al uso de la marca Barça, proviene de la Unió Jàbac Terrassa, hasta que aterrizó en el cadete B del equipo azulgrana. Desde entonces, sus dotes en el centro del campo le han concedido no solo la titularidad sino un destacado papel en la elaboración del juego.
Cuenta con todos los recursos de un centrocampista 'marca La Masia', al estilo Xavi Hernández o Andrés Iniesta, entre otros, con preciso toque de balón, visión de juego, excelente juego de posición, regate, conducción, siendo difícil que pierda el balón y con elevadísimo acierto en el pase y, especialmente, en el de profundidad, dotando de asistencias a los atacantes.
Riqui, que cumplió 20 años el pasado mes de agosto, no había jugado un solo minuto en el primer equipo del FC Barcelona en lo que va de temporada.
Ni siquiera tuvo la oportunidad de sentarse en el banquillo. Entró en la extensa lista de convocados tanto para el partido de Champions entre el Inter y Barça como para la Supercopa de España, pero en ninguna de ellas entró en los planes del técnico cacereño.
Su debut con el primer equipo, sin embargo, sí que tiene el sello de Valverde. Fue el 15 de diciembre de 2018 en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final contra la Cultura Leonesa.
Cinco meses tardó en volver a jugar unos minutos con el primer equipo. Con el título de Liga en el bolsillo, Valverde dio la alternativa a jugadores del filial en encuentros intranscendentes. Puig tuvo su oportunidad contra el Huesca y el Celta de Vigo, este último en el Camp Nou.
Ocho meses después de los 90 minutos que disputó contra el conjunto gallego, el '28' azulgrana entró al césped en el minuto 70. Su equipo dominaba pero seguía sin encontrar los agujeros para desarbolar el entramado defensivo del Granada.
Entró por Rakitic, poco después de la expulsión de Germán. El Camp Nou le ovacionó y jugó por vez primera en partido oficial con Lionel Messi, ausente en los tres partidos oficiales que Riqui había jugado hasta la fecha con el primer equipo. Se situó en el interior izquierdo y no se escondió. Pidió el balón y, pese a su físico (1,69 metros), apretó en la presión.
Precisamente, suya fue la recuperación que permitió acabar con la resistencia del Granada. Su balón llegó a las piernas de Arturo Vidal que, de espalda, asistió a Messi para poner fin a los nervios de Setién.
No fue el único destello de calidad del canterano. En una conducción, asistió a Griezmann en la banda izquierda, pero el francés disparó desviado. También recibió el aplauso de la afición por una maniobra en la mediapunta que recordó los giros característicos que hacía Xavi Hernández.
Una noche redonda que elogió Setién, que desde el primer día que dirigió el pasado martes tras sustituir a Valverde siempre ha contado con el centrocampista en los entrenamientos.
"Ha estado muy bien. Ha salido en un momento en el que lo teníamos cómodo, con un jugador más. Ha participado, ha tenido la pausa y ha leído muy bien el partido", analizó Setién, que suma nuevo elemento para su causa.