El FC Barcelona ganó por 2-3 al Real Betis merced a la superioridad que demostró en el segundo tiempo ante un cuadro andaluz frágil atrás y con muy poca llegada, con lo que los azulgranas, sin brillantez, se redimen del mazazo copero, siguen al acecho del Real Madrid en la lucha por el título y alejan de Europa a los béticos.
Tras un primer periodo en el que el Betis no aprovechó haberse adelantado dos veces, por medio de Canales de penalti y de Fekir, al empatar primero el holandés Frenkie de Jong y justo antes del descanso Sergio Busquets, el Barcelona se impuso en la segunda, creó bastantes ocasiones y de nuevo a balón parado, como en el 2-2, recogió su premio con un gol de cabeza de Lenglet a 18 del final.
En un duelo de urgencias, el Barcelona visitaba Sevilla con la obligación de ganar para no despegarse del líder, sobre todo tras el 1-4 del Real Madrid en Pamplona, y resarcirse del fracaso de su eliminación copera en Bilbao, igual que el Betis en su pelea por Europa.
FINAL #RealBetisBarça 2-3
¡El @FCBarcelona_es le da la vuelta al partido y se lleva los 3 puntos! pic.twitter.com/kbsZvjJ3rr
— LaLiga (@LaLiga) February 9, 2020
Con las bajas de larga duración de los atacantes Dembelé y Luis Suárez, Quique Setién, recibido con indiferencia y en todo caso con división de opiniones en el regreso a la que fue su casa, introdujo cuatro cambios respecto a San Mamés: el lateral exbético Junior, el central francés Umtiti, el volante chileno Arturo Vidal y el punta galo Griezmann, en lugar de Jordi Alba, Piqué, Rakitic y Ansu Fati.
El técnico bético, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', con pasado barcelonist, reforzó con dos novedades el medio campo con el luso William Carvalho, que reaparecía tras más de cuatro meses de baja, y el argentino Guido Rodríguez en su primera titularidad en Liga.
El Barça salió contemporizador, arriesgando en la salida con el balón desde atrás, lo que le costó muy caro porque a los 4 minutos, tras un robo de balón, en un tiro del francés Nabil Fekir, el más incisivo del Betis, el balón dio en el brazo de Clément Lenglet.
El colegiado Sánchez Martínez, avisado por el VAR y previa consulta con el monitor a pie de campo, señaló un penalti que convirtió Sergio Canales, que engañó perfectamente a Ter Stegen.
Tras el 1-0 a los 6 minutos, los azulgranas, con Leo Messi a los mandos, reaccionaron pronto y sólo tres minutos después lograron el empate a uno en un genial pase del astro argentino a la espalda de la zaga verdiblanca que el holandés Frenkie de Jong resolvió magistralmente, al pararla con el pecho y fusilar a Joel Robles.
A partir de ahí, el Barcelona asumió el mando y la responsabilidad ante un Betis que controló bien la situación. Messi, todo un peligro cada vez que hallaba espacios, buscó asociarse sobre todo con De Jong y Griezmann y pudo desnivelar la balanza en el ecuador de esta primera mitad, pero Joel lo evitó con su salida.
Sí atinó Fekir, que puso el 2-1 a los 26 minutos con un espléndido tanto de tiro cruzado ante un equipo catalán perdido por fases, pero insistió en pos del empate y, en un despiste defensivo bético, lo logró en el último instante de la primera parte, ya en el tiempo añadido, con un gol de Busquets tras un saque de falta.
En la reanudación, el equipo de Setién salió con otro aire, más vertical y apretando arriba al Betis, obligado ahora a emplearse a fondo en defensa y apenas tener presencia ofensiva frente a un Barcelona que, con Messi igual de entonado y la entrada de Jordi Alba y el brasileño Arthur por Junior y Vidal, ganó en profundidad.
Ante cierta impotencia de los verdiblancos, débiles en defensa y sin claridad ni opciones de crear peligro en ataque, el equipo azulgrana comenzó a generar ocasiones ante Joel Robles.
Así, tras varios avisos por parte de Messi por partida triple que salvó con buenas paradas el meta bético, un cabezazo de Busquets ante el que un defensa evitó la llegada de Griezmann y una ocasión malograda entre Busquets y el argentino previo fallo de Bartra, Clement no perdonó al cabecear en el 72 una falta botada por Messi.
Con el 2-3, fruto del mayor empuje y verticalidad del Barça, el juego se embarulló y decayó el ritmo con la expulsión primero del bético Fekir, doblemente amonestado en el 76 al hacer una falta y protestarle luego al árbitro, y luego del visitante Lenglet a 11 del final.
De ahí a la conclusión, el Barcelona aguantó bien las intentonas con más corazón que cabeza del Betis, impotente para crear peligro de verdad a su rival, y administró bien su renta para amarrar un valiosísimo triunfo, seguir al acecho del líder y recuperarse del mazazo copero.