Se ha terminado la temporada y Arthur Melo no ha jugado ni un minuto en el FC Barcelona desde que se anunciara su fichaje con la Juventus de Turín. Su situación ha sido bastante peculiar, desde que el 23 de junio el técnico cántabro decidiera cambiarlo por Riqui Puig, sin protagonismo a pesar de estar en la mayoría de ellos en el banquillo esperando una oportunidad.
En algunas convocatorias había estado presente y en otra fue baja por proceso de amigdalitis, pero en su ausencia en el último encuentro ante el Alavés ni siquiera hubo comunicado oficial de la entidad azulgrana. Tan sólo una escueta explicación de Setién: "Lo único que puedo decir es que esta mañana ha venido diciéndome que le molestaba un tobillo".
Su comportamiento cuando ha estado suplente también ha ayudado a sumar a un posible distanciamiento con el técnico azulgrana. El centrocampista brasileño fue cazado por las cámaras televisivas en pleno encuentro bostezando del aburrimiento que le estaba causando el juego de su equipo. Cabe señalar que en ese momento sus compañeros caían 0-1 ante Osasuna, pero ni la necesidad del gol, ni la tensión de lo que había en juego podía mantener despierto a un Arthur que fue nombre propio en redes sociales.
Por eso, su último mensaje en Instagram parece dirigido a cuerpo técnico culé. "Una pasión que nunca me quitarán", una frase que deja entrever el tramo complicado que ha pasado a final de la recién terminada competición doméstica.