Leo Messi fue, como viene siendo habitual, uno de los grandes protagonistas del duelo de vuelta de los octavos de final que enfrentó al FC Barcelona con el Nápoles. El argentino anotó dos goles (uno fue invalidado por una mano que no parecía) y provocó un penalti que fueron claves para que su equipo viviera con más tranquilidad el trascendental duelo.
No obstante, el rosarino asustó a los barcelonistas en la jugada en la que forzó el penalti de Kalidou Koulibaly. Messi se adelantó al senegalés cuando éste iba a despejar el balón y se llevó una fuerte patada del defensor del equipo italiano permaneciendo durante un tiempo que se hizo eterno sobre el terreno de juego doliéndose del fuerte golpe.
Messi logró acabar el partido y un sector de la afición azulgrana criticó abiertamente a través de las redes sociales a Quique Setién por no darle descanso cuando se le veía dolorido y el pase a cuartos parecía sentenciado.
Anda Quique Setién, vete a la ducha hombre. Entra Junior Firpo por Luis Suárez. Y Leo Messi sigue en el campo asfixiado, con Ansu Fati y Riqui Puig en el banquillo.
— Francesc Aguilar (@FApor_elmundo) August 8, 2020
El propio técnico cántabro restó importancia al asunto tras el partido y comentó acerca de la posible lesión lo siguiente: "Le he visto bastante bien, tiene un golpe bastante fuerte, no creo que tenga ningún problema".
Todo hace indicar que el golpe de Messi será analizado por parte de los servicios médicos del club para descartar lesión alguna y, en caso de que sea necesario, imponerle un tratamiento con el cual los dolores desaparezcan y pueda estar al 100% de sus posibilidades el próximo viernes ante el Bayern en Lisboa.