Y por fin Messi descansó. Aunque sólo 45 minutos, los suficientes para ver que su presencia ante el Betis era necesaria para desencallar un partido que iba empatado al descanso y que el FC Barcelona resolvió, gracias al astro argentino, goleando tras la reanudación (5-2).
El duelo empezó de lo más loco, con los dos equipos buscándose muy arriba y amenazando a Bravo y Ter Stegen a la menor oportunidad. Hasta siete ocasión claras de gol se vieron en los primeros veinte minutos: Griezmann disparaba ligeramente desviado por dos veces, y Ansu Fati tampoco encontraba puerta en su primer intento y se estrellaba con Bravo en el segundo.
Por el Betis, William Carvalho cabeceaba a la salida de un córner y obligaba a Ter Stegen a volar hacia su escuadra derecha para salvar el gol; Álex Moreno, una permanente amenaza para la zaga azulgrana con sus subidas por banda izquierda, cruzaba demasiado el balón sobre la salida del meta alemán del Barça; y Tello se también se animaba con un tiro manso desde la frontal.
El marcador se movió por primera vez en el minuto 22, cuando Dembélé, en jugada personal, amagaba con la diestra en el vértice derecho del área visitante, para fusilar a Bravo con la zurda y hacer subir el 1-0.
El Barça pudo hacer el segundo de nuevo por mediación Griezmann, que por enésima vez envió fuera una asistencia de tacón de Pedri. Pasada la media hora, Mandi derribaba dentro del área a Ansu Fati.
Y Griezmann, con Messi en el banquillo, quiso resolver desde los once metros su complicada relación con el gol. Pero Bravo, que conoce bien al francés (coincidieron cinco temporadas en la Real Sociedad), le adivinaba la intención.
En el otro área, Tello volvía a rematar desviado, pero en la última jugada antes de llegar al descanso, el exazulgrana recibía un balón tras una contra conducida por Canales y su centro acabaría mandándolo Sanabria a gol para empatar el choque.
Koeman dio entrada a Messi por Fati al descanso, y la Pulga salió dispuesto a resolver el partido. En el primer ataque local, dejaba pasar la clásica asistencia de Jordi Alba desde la izquierda para arrastrar a dos defensas y Bravo en la salida y dejar libre de marca a Griezmann, que por fin marcaba, a placer, para hacer el 2-1.
A la hora, Mandi sacaba con la mano, en línea de gol, un disparo de Dembélé. Cuadra Fernández pitaba penalti y expulsaba al defensa del Betis, y Messi esta vez no perdonó.
Pellegrini tuvo que recomponer la defensa y sacrificaba a Tello para dar entrada a David Ruiz. Los andaluces se resistían a dar por sentenciado el partido y, con un hombre menos, lograban hacer pronto el 2-3.
Lo marcaba Loren, quien recién ingresado en el césped aprovechaba un asistencia de Álex Moreno, tras una nueva internada de este por banda izquierda.
Quedaba algo más de un cuarto de hora, pero Messi decidió quitarle toda emoción al choque, al combinar con Sergi Roberto para internarse en el área y enviar un obús con la zurda que se colaba por toda la escuadra.
Al '10' le anularían otro más por fuera e juego. Y al Betis ya no le quedaba gasolina para aguantar el envite, aunque Loren, que estaba fresco, aún tuvo tiempo de fabricarse un par de ocasiones antes del final.
A los 89, Pedri remataba una asistencia de Sergi Roberto para marcar su primer gol como azulgrana en LaLiga. El Barça, aunque con lagunas defensivas preocupantes, ponía punto y final a un racha de cuatro partidos sin ganar en la competición.
Y Messi demostraba una vez más que sigue siendo el futbolista más determinante del Planeta Fútbol. Da igual si sale desde el banquillo o si juega andando.