El FC Barcelona venció con contundencia y facilidad al Ferencvaros en Budapest. El conjunto azulgrana cimentó su victoria en la capital húngara en un gran primer tiempo en el que llegaron tres goles y en el que fue vital -como también lo sería en la segunda mitad- Ousmane Dembélé.
El francés sigue trabajando para dar su mejor nivel en el Barcelona tras no haber cumplido las expectativas desde su llegada al Camp Nou, pero sus números y sensaciones esta temporada dan lugar a la esperanza.
Sobre todo si da continuidad a esas grandes actuaciones que, quizás, tuvieron su clímax este miércoles en Budapest.
Dembélé formó una pareja incontrolable para la defensa rival con Jordi Alba. Así llegaron los goles de Griezmann y Martin Braithwaite. Además, al no estar Messi sobre el campo y haber fallado Griezmann su último penalti, se encargó de tirar el penalti que le hicieron a Braithwaite engordando sus cifras goleadoras.
⚽ ¡GOOOOOOOOL DE DEMBÉLÉ! (min 28, 0-3) #FerencvarosBarça pic.twitter.com/c0toWLJ4Fe
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) December 2, 2020
Y tras la exhibición del primer tiempo Dembélé no bajó el pie del acelerador. Pese a que se pone en duda su implicación, con la clasificación hecha y el partido solventado, el francés demostró esa ambición que hace a los futbolistas grandes y que tanto esperaban ver en Barcelona.
En el segundo tiempo dio un recital de cambios de ritmo, regates, desbordes y generosidad -lástima la jugada en la que no acabó de encontrar a Riqui Puig- llevando además por unos minutos el brazalete de capitán y completando los 90 minutos.
Koeman tiene más cosas que celebrar tras este partido más allá de los tres puntos y los brotes verdes que surgen con Dembélé son una de ellas.