Corría el minuto 89 cuando Leo Messi buscó un pase horizontal y perdió la pelota en campo propio. Marcó Muniain, aunque no fue un gol determinante para el resultado. Resulta injusto hablar primero del único fallo del argentino en la remontada del FC Barcelona ante el Athletic Club, pero es que todo lo demás lo hizo bien y era más sencillo empezar por la lista pequeña, que acaba ahí. Leo dio un recital.
Recital que invita a ser optimista. Marcó tres goles, aunque solo subieron dos al marcador. Estrelló una pelota en el larguero y otra en el palo, casi en la cruceta. Generó juego desde la línea de tres cuartos, partiendo desde la derecha, como 'falso 9', como delantero, como centrocampista. Lo generó por donde le dio la gana y recordó a la mejor versión de sí mismo, que no es poca cosa cuando hablamos del mejor jugador de la historia del fútbol mundial.
En el día de Reyes, el mago fue Leo. Ha mejorado físicamente y sobre todo, en participación. No pasa nada por decir que empezó mal la temporada, lejos de su mejor versión goleadora y con la mente en otra parte, quizás lejos del Camp Nou. Pero con el paso de los partidos, el '10' ha cogido ritmo y ahora está en uno de sus picos de forma. Se nota en sus estadísticas, pero se nota aún más en la fluidez con la que se mueve por el terreno de juego. Es otro distinto al de hace dos meses.
No sólo Leo va a más, sino que sus compañeros también le encuentran y se crecen ante actuaciones así. Junto al argentino, Pedri fue el otro gran protagonista de la noche, con otro taconazo espectacular en el segundo gol tras anotar el primero. Además, Dembélé también cuajó una primera mitad muy positiva, encarando y desbordando desde la banda derecha y generando muchísimo peligro. Hasta Griezmann, que no participó tanto, asistió en el tercero.
Tiene 33 años Leo Messi, pero el queda cuerda para rato y en San Mamés lo volvió a demostrar. Con su alegría, el Barcelona sonríe, juega y gana. Le faltan centímetros para redondear sus noches, pero vuelve a ser determinante y, además, fuera de casa. El mejor Messi está de vuelta y eso sí que es un regalo.