El nuevo presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se enfrenta a un cúmulo de retos inmediatos para reflotar la situación del club, que atraviesa una crisis económica que demanda una serie de medidas que se deben tomar de forma imperativa durante la primavera.
Pero antes de tomar posesión del cargo (los Estatutos rigen que deben pasar 10 días desde la celebración de las elecciones) Laporta y Rafael Yuste, quien será el nuevo vicepresidente deportivo, acompañarán al presidente de la Comisión Gestora Carles Tusquets a París en la vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League que el Barça disputará el miércoles.
Este lunes, el club ha informado de que Laporta y Yuste se han presentado en la Ciutat Esportiva Joan Gamper para hablar con la plantilla con la intención de transmitirle ánimos de cara a un partido en el que el equipo de Ronald Koeman deberá remontar un 1-4 para seguir en Europa. También se han reunido con el primer equipo femenino.
Durante la campaña electoral Laporta aseguró que lo primero que hará una vez tome posesión del cargo será "hablar con todos los trabajadores, sentarse con Leo Messi y hacer una auditoría interna para conocer en detalle la situación del club".
A partir de ahí deberá empezar a afrontar decisiones de calado como las siguientes:
La deuda del Barça es de 1.173 millones de euros, de los cuales 730 son a corto plazo. De estos, 266 deberían ser pagados a los bancos antes del 30 de junio. Por lo tanto, es una obligación del nuevo presidente reunirse con ellos para alargar los plazos de los pagos si el club quiere hacer frente a sus obligaciones económicas con los jugadores y los proveedores, teniendo en cuenta que actualmente el fondo de maniobra es negativo en 602 millones. Una de las soluciones de la junta de Laporta para conseguir liquidez a corto plazo es hacer una emisión de bonos.
El jugador argentino finaliza contrato el 30 de junio de este año y Laporta ha explicado que se sentará "a hablar con él una vez se haya hecho la auditoría interna" sobre la situación actual del club y sepa qué le puede ofrecer para renovar. El hecho de que Messi acudiera este domingo a votar provoca optimismo en el barcelonismo respecto a este asunto.
El coste de la plantilla deportiva es de 636 millones de euros, lo que supone el 74% del presupuesto del club, un porcentaje desmesurado que necesita ser urgentemente rebajado para la sostenibilidad de la entidad.
Es el gran proyecto de futuro del club y el equipo de Laporta explicó durante la campaña electoral que quiere estudiarlo bien. Por eso realizará una auditoría antes de decidir si hay que introducir algunos cambios en el proyecto actual. El más significativo sería el de ir a jugar al Estadi Olímpic de Montjuïc durante dos años y medio con el objetivo de acelerar las obras en el Camp Nou.
En el presupuesto del ejercicio actual el paquete de activos del club que incluye Barça Studios, Barça Licensing & Merchandising, Barça Academies y Barça Innovation Hub debía suponer unos ingresos de 100 millones de euros a cambio de que un socio se hiciese con el 49% del capital. Pero el equipo de Laporta no está por la labor de tirar adelante este acuerdo porque no quiere "malvender activos pensando a corto plazo" y estudiará otras propuestas, que irían encaminadas a asociarse con socios específicos para cada uno de los activos según explicó Jaume Giró, el responsable económico.