El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, lo tiene claro. Nadie más que él es consciente de la delicada situación económica que atraviesa el club y sabe que hay que medir los esfuerzos con mucha delicadeza.
Una de las operaciones que tiene pendientes el club es la renovación de Ilaix Moriba. El canterano fue una pieza utilizada habitualmente por Ronald Koeman durante la pasada temporada, pero ahora su ampliación de contrato se ha convertido en culebrón intentando Laporta atajar los posibles problemas que se pudieran suceder antes de que se den.
Quizás ha llegado tarde. Clubes de la Premier League andan expectantes con el futuro del prometedor Ilaix Moriba, mientras que la postura de Joan Laporta es rígida. El presidente no variará la oferta del Barcelona, pero lo que parece claro a día de hoy según Mundo Deportivo es que los agentes del futbolista no están por la labor de ampliar la vinculación. No al menos con los condicionantes que les marca el club.
Laporta es claro: si no renueva no formará parte de la pretemporada del primer equipo, y si no amplía su contrato en los términos que maneja el club catalán el equipo azulgrana lo verá como una interesante venta.
Laporta y el Barça juegan con el factor deportivo. En el club catalán esperan que el futbolista recapacite y valore que Ronald Koeman le ha dado mucho espacio en la plantilla del equipo catalán durante la última temporada. Esa continuidad podría ser clave de cara a la evolución como futbolista de un centrocampista de apenas 18 años.