A Joan Laporta se le acumula el trabajo. El presidente del FC Barcelona tiene varias operaciones pendientes en el Camp Nou. Tiene marcadas como prioritarias varias renovaciones como la de Ousmane Dembélé, que termina contrato con el club en el próximo mes de junio, y a la que ahora se une también Gavi.
El dirigente culé es consciente que está siendo una de la sensaciones de la plantilla culé y desea cerrar cuanto antes su renovación. El joven futbolista, a sus 17 años, está deslumbrando a Europa. Su desparpajo, su forma de moverse y de controlar el balón provocan que todos los focos se centren en él.
El Barça trabaja en su ampliación de contrato y el futbolista, por su parte, tiene claro que desea seguir vistiendo la camiseta azulgrana. Según publica el diario Sport, el futbolista no se quiere ir y el interés del Chelsea por pagar su cláusula de rescisión solo es un rumor que le ayudará a mejorar su contrato.
El objetivo de la dirección deportiva no es otro que renovar al chico antes de cerrar el año. En dicha renovación, tal y como apuntó Esports3, Joan Laporta impondrá una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros, la misma que instaló en los contrados de Pedri y Ansu Fati en sus últimas renovaciones.
Estos números, imposibles de alcanzar en una operación en el mercado de fichajes, son mensajes de confianza y seguridad del presidente azulgrana a los chicos.
Sin capacidad para realizar grandes fichajes, Laporta les comunica directamente que ellos son la base del nuevo Barça, la clave de un equipo que, tras la llegada de Xavi Hernández, quiere volver a repetir la fórmula Pep Guardiola para, con mucho esfuerzo, volver a pelear por todos los títulos del panorama mundial.