Luuk de Jong se lo merecía. El delantero del FC Barcelona anotó el 0-1 ante el RCD Mallorca en un remate de cabeza al filo del descanso. La asistencia hay que apuntarla a Óscar Mingueza, aunque buena parte de culpa del gol es de Manolo Reina: salió a ninguna parte, se resbaló y estaba en el suelo mientras Luuk remataba. El delantero, por cierto, ya había estrellado dos balones a la madera poco antes.