El FC Barcelona puso tierra de por medio en Mestalla con el 0-2, un gol plagado de calidad por parte de los jugadores culés y transformado por Frenkie de Jong. Lo hizo después de una combinación entre Jordi Alba y Ousmane Dembélé, dos de los jugadores más criticados por la afición culé por distintos motivos.
El lateral abrió desde su costado un balón perfecto para la entrada de Dembélé al área por la banda derecha. Sin pararla, el francés puso el pase de la muerte y fue De Jong el que se lanzó para adelantarse a Foulquier y colocar su tercer gol de la temporada, todos ellos fuera de casa.