El central del FC Barcelona Gerard Piqué ha sido entrevistado este jueves por Jordi Wild en su canal de Youtube y ha contado varias anécdotas con sus fiestas. Con experiencias en Barcelona, Mánchester o Zaragoza, Piqué ha querido aclarar que a veces salía porque, solo cuando estás libre de mente, podía rendir sobre el campo.
Las fiestas en Mánchester: "En Mánchester, Ferguson te agarraba de la pechera. Te ibas calentito a casa. Una vez me paró la policía y me hizo soplar. No me dijeron cuanto di pero cuando me quise dar cuenta estaba esposado en el furgón policial. En ese momento se te pasa todo por la mente, ves que tu carrera se acaba. Me dijeron que si daba menos de 0,25 en dos pruebas más y me habían contado que si chupaba un penique el alcohol bajaba. Me metí varias monedas en la boca sin que me viera el policía y di 0,23 y 0,22. Vi que era mi día de suerte y, cuando me soltaron, me fui al casino".
Su experiencia cedido en el Zaragoza: "Cuando jugaba en el Zaragoza me hice varias veces el camino a Barcelona para salir y llegaba sin dormir de vuelta a Zaragoza para entrenar. Dormía de día. Una vez me llegué a dormir en el coche. Otra me quedé dormido en un hotel al lado de una discoteca y encima había perdido las llaves del coche. Llegué cuando estaban acabando el entrenamiento.
"Una vez salí un jueves por Zaragoza y, por el frío, me cogí unas anginas. Llegó el día de partido y tuve que ser titular porque no estaban Sergio ni Milito. No podía ni andar, íbamos perdiendo contra el Levante, que era una banda ese año, 0-2. La afición silbaba y terminé pidiéndole el cambio a Víctor Fernández. Me fui con la sub 21 pero estuve 10 días en la cama y, cuando volví, Víctor me confesó que se había enterado y estuve no sé cuántos partidos sin jugar".
La madurez en Barcelona: "Los días de partido sí los respetaba, salvo un partido ante el Deportivo en el que ya habíamos ganado el triplete. Encima me lesioné, en el minuto 70 tuve que pedir el cambio".
La visión de Piqué sobre los futbolistas y las fiestas: "He probado en mi carrera y cuando más relajado he estado y más despejado de mente he jugado mejor. La mente es muy importante. Trabajar no es lo único, no va de esto, es un equilibrio. Muchas veces me ha pasado de estar muy feliz y que, a pesar de salir de fiesta, he jugado espectacular. Lo he tenido todo perfecto y estás triste, he jugado mal. Salir de fiesta con moderación con tus amigos te da la vida. Hay mucha presión y estrés y, si no sabes quitarte todo esto, el rendimiento baja. Los niños y la familia me han dado cinco años más de carrera. Ahora estoy más tranquilo".