Algunos lo vieron imposible, pero Ousmane Dembélé acabó renovando por el FC Barcelona. La operación se terminó de hacer oficial el pasado 14 de julio, después de varios meses de vaivenes e incluso la amenaza de Joan Laporta de dejarle sin jugar desde enero hasta que acabara la temporada. Xavi Hernández convenció al presidente y el francés amplió su contrato en verano.
Una renovación, aún así, que guarda muchas dudas. Primero, porque Ousmane sólo renovó por dos temporadas, hasta junio de 2024. Es decir, que dentro de poco más de un año podrá volver a negociar su futuro con cualquier club que esté interesado en su fichaje, por lo que se avecina otro culebrón en pocos meses.
Y segundo, por una cláusula de rescisión que se ha conocido ahora. A diferencia de otras operaciones, el Barcelona no informó de la cláusula que había puesto al delantero francés. Sin embargo, el diario L'Équipe asegura que la cláusula de rescisión de Dembélé es de solo 50 millones de euros, una cantidad muy baja teniendo en cuenta la situación del mercado.
Pero hay más. Y es que según el mencionado diario, si algún club paga esos 50 millones, Dembélé se quedaría 25 millones y el Barça sólo ingresaría los 25 millones restantes. Y esto se debería a que el francés no cobró prima de fichaje pese a ser considerado ya un jugador libre y a que los representantes tampoco habrían cobrado ninguna comisión. De ahí que la mitad de ese dinero, en caso de que llegase, fuese a parar a ellos.
Pese a estas exigencias económicas, el jugador y el club se acabaron poniendo de acuerdo y Ousmane renovó su contrato por dos temporadas con el Barça. Ahora, el francés se ha convertido además en una pieza clave para Xavi en el ataque blaugrana, junto a Robert Lewandowski.