A Joan Laporta no se le permite ni un solo respiro. Después de un verano muy movido en el que ha tenido que hacer todo tipo de milagros para poder armar una plantilla competitiva y dar salida a muchos descartes, ahora está disfrutando de su creación. El Barça vuelve a ser un conjunto temible, y un rival al que nadie se quiere enfrentar, y vuelven a ocupar la primera posición en la tabla de La Liga Santander más de dos años y medio después de la última vez.
El presidente culé ha tenido que hacer de todo para conseguir esto, pasando por hipotecar el club a base de vender parte de sus activos, es decir, con la activación de las famosas palancas económicas. Y por delante tiene un nuevo reto que está a la misma altura en cuanto a la complejidad se refiere, y es que está obligado a reducir considerablemente la masa salarial que hay en estos momentos. Concretamente, en 150 millones de euros.
A día de hoy en el Camp Nou gastan más de 600 ‘kilos’ en concepto de pago de sueldos, y quieren situarse cerca de los 400 de cara a la próxima campaña. Para ello necesitarán reajustar más de un contrato, y por supuesto, dar salida a esos futbolistas que ganan mucho más de lo que merecen. Como recuerda el diario ‘Sport’, la más que probable salida de Sergio Busquets será un tremendo alivio, pero también trabajan en poder echar a Jordi Alba y Gerard Piqué.
Entre los tres prácticamente alcanzan esos 200 millones que desean ahorrarse, teniendo en cuenta el dinero que se les debe y todo lo que perciben. El problema es que los dos defensas todavía tienen firmado hasta 2024, y no parecen tener intención de marcharse, lo que le pone las cosas un poco más difíciles a Laporta, que deberá de convencer a ambos para que se marchen del Barça, y más viendo que no cuentan para Xavi Hernández.
Si antes del 30 de junio no han solucionado este contratiempo, deberán de buscar un ‘plan B’ para ahorrarse todo ese dineral, y otras opciones que estudiarían sería la venta de alguna pieza clave.