En el Barça ya Xavi no parece intocable. El fracaso que ha supuesto la eliminación por segunda temporada consecutiva del club en la fase de grupos de la UEFA Champions League así como su discurso han hecho que la afición ya empiece a tener ciertas dudas sobre la conveniencia de seguir dejándole las riendas del club a la leyenda azulgrana. No obstante, aunque es el principal responsable, hay algunos problemas sobre los que poco más puede hacer el de Terrassa.
Una de esas cuestiones es la que atañe a Ansu Fati. Todo el mundo esperaba en el Barça que esta fuera la gran temporada del futbolista. Sabían que había que tener paciencia para que no se vuelva a romper y Xavi ha cumplido con su parte dosificándolo en la medida de lo posible, pero ya ha llegado su hora de brillar y, salvo algunos destellitos... estamos lejos de ver al Ansu Fati que todos querían ver.
Luis Enrique ya dejó fuera de su última lista de convocados a uno de los jugadores más prometedores no sólo de España, sino del mundo y, a las puertas del Mundial, más allá de algún oasis por el camino, Ansu Fati no parece haberse rebelado.
Como ejemplo, lo sucedido el pasado sábado en el duelo ante el Valencia. En Mestalla Xavi hizo titular a Ansu Fati y lo tuvo que sustituir poco antes de que se cumpliera la hora de partido al considerar que no estaba siendo todo lo incisivo y determinante que se esperaba de él.
Se sigue esperando la mejor versión del futbolista formado en La Masía, pero mientras el barco del que puede ser su primer Mundial está a punto de zarpar con Luis Enrique prescindiendo de él. Por delante, hasta el día en el que se dé la lista el próximo 11 de noviembre, tres partidos (Viktoria Plzen, Almería y Osasuna) en los que Ansu Fati debe reivindicarse por su propio bien... y por el del Barça de Xavi.