Gerard Piqué tuvo una bonita y calurosa despedida en su último partido en el Camp Nou. No solo porque salió como titular, y recibió una merecida ovación por parte de la grada y de sus propios compañeros, sino también porque el Barça pudo regalarle una victoria ante la Unión Deportiva Almería, que sirve para colocarse como líderes provisionales de La Liga Santander, a la espera de lo que haga el Real Madrid contra el Rayo Vallecano.
Contra Club Atlético Osasuna, el central disputará el último encuentro como profesional, que también espera que se salde con una victoria. Después del pitido final, el ‘3’ pasará a ser oficialmente un exfutbolista, y podrá dedicarse a sus negocios y a centrarse en su vida personal, mientras que la mayoría de sus compañeros irán al Mundial de Qatar. Y las muestras de cariño que ha recibido ‘Geri’ en las redes sociales han sido inmensas.
Sin embargo, ha habido una que se ha echado en falta. Y es que Leo Messi, a estas alturas, todavía no se ha pronunciado al respecto ni ha dedicado ninguna palabra al defensor español, con el cual compartió vestuario durante más de una década, tanto en el primer equipo como en categorías inferiores. Una muestra del evidente distanciamiento que existe entre ambas partes, pese a que en el pasado eran buenos amigos.
Nada queda de eso, y ahora no tienen contacto ni relación, una cosa que no se puede negar, y de la que en el Barça tienen prohibido por completo hablar. De hecho, se especulaba que una de las primeras peticiones que el actual crack del Paris Saint-Germain había hecho a Joan Laporta para regresar era la salida de Piqué, un requisito indispensable. Y ahora que ya no está, las posibilidades de que vuelva han crecido de manera sustancial.
Aunque en defensa del argentino, hay que decir que el campeón del Mundial de Sudáfrica tampoco se pronunció cuando dejó el combinado azulgrana, y no le dedicó ningún mensaje de despedida. El distanciamiento es innegable.