Después del anuncio de retirada de Gerard Piqué, se daba por hecho que el Barça firmaría a un nuevo central en el mes de enero. La plaga de lesiones que hay en la zaga ha provocado que Xavi Hernández tenga que hacer muchos experimentos, e intentar cubrir las ausencias de Ronald Araújo, Jules Koundé y Andreas Christensen, que se han perdido una cantidad importante de encuentros. Y por eso pedía a Mateu Alemany traer a alguien en invierno.
No había dudas sobre quién era el elegido para eso, y el privilegio recaía en Íñigo Martínez, del Athletic Club de Bilbao. Se ha convertido en el favorito por varias razones de peso, comenzando por su gran experiencia en La Liga Santander, y por su liderazgo y su jerarquía. Además, en el Camp Nou no disponen de un central zurdo desde que en verano dejaron salir a Samuel Umtiti y a Clément Lenglet, cedidos al Lecce y al Tottenham Hotspur, respectivamente.
El acuerdo con el vasco está totalmente cerrado, y solamente debían de entenderse con el conjunto dirigido por Ernesto ‘el Txingurri’ Valverde para que permitieran la salida de uno de sus grandes pilares a mitad de curso, y a un coste asumible. Tampoco pueden reclamar demasiado dinero, considerando que ha rechazado todas las propuestas de ampliación que le han presentado, y que quedará libre en el mes de junio.
Xavi estaba desesperado por tener al ex de la Real Sociedad a sus órdenes, aunque ahora ha recibido una mala noticia. Y es que, al parecer, como señalan en ‘Don Balón’, Joan Laporta ha advertido al entrenador de 42 años que no pagarán ni un solo euro por el internacional español, y que prefieren esperar hasta el mercado veraniego. Hasta entonces, no tendrá más remedio que seguir confiando en Marcos Alonso para asumir ese rol.
El lateral zurdo está siendo utilizado en esa demarcación y no está desenvolviéndose mal. De la misma manera, eso también puede dar una oportunidad a los jóvenes Chadi Riad o Pelayo Fernández, del filial.