La continuidad de Xavi Hernández en el Barça no está para nada garantizada. Ya existen muchas dudas en torno a su figura después de la tempranera y sorprendente eliminación en la fase de grupos de la Champions League, por segunda temporada consecutiva, y acabar otro año en blanco podría suponer su final. Pese a que Joan Laporta y Mateu Alemany insisten en que confían plenamente en sus capacidades y en el proyecto que hay, la realidad es muy distinta.
Porque como apunta el diario ‘El Nacional’, su despido está sobre la mesa. Aguantarán con él hasta final de curso, pero en caso de que vuelvan a hacer el ridículo y no sean capaces de ganar ni un solo trofeo, el de Terrassa podría ceder su puesto para dejar hueco a un nuevo técnico con mucha más experiencia. Hay dos candidatos, y el primero es un Thomas Tuchel que todavía sigue en la cola del paro después de ser fulminado por el Chelsea hace unos meses.
De forma sorprendente, Todd Boehly optó por echar al alemán y apostar por Graham Potter, que tampoco ha mejorado en exceso los resultados que estaban consiguiendo. El gran aval que tiene el germano es haber sido capaz de ganar la Copa de Europa con los ‘blues’, además de perder una final cuando dirigía al Paris Saint-Germain. Y previamente también hizo una gran labor en las filas del Borussia Dortmund y del Mainz 05, en la Bundesliga.
Aunque sin duda, la opción más morbosa que manejan en el Camp Nou es traer de vuelta a Luis Enrique. El asturiano también se encuentra sin compromisos después de que Luis Rubiales decidiera no prolongar su contrato en la selección española, y dar un voto de confianza a Luis de la Fuente. La primera etapa de ‘Lucho’ en el Barça fue muy exitosa, con un triplete en su primer año, y Laporta no vería con malos ojos darle las riendas del equipo.
Todo depende de los próximos meses, pero Xavi ya sabe que está en la cuerda floja. No tiene margen de error.