El Tottenham Hotspur ya ha comunicado al Barça que no tiene intención de quedarse con Clément Lenglet más allá de esta temporada. Ha tenido un papel más bien secundario en los planes de Antonio Conte, y están decididos a fichar un nuevo central, sonando nombres como los de Marc Guehi, Alessandro Bastoni o Josko Gvardiol, entre otros, como ha informado el diario ‘Mundo Deportivo’. Así que Joan Laporta y Mateu Alemany tienen un nuevo problema.
Deberán de encontrar, por segundo verano consecutivo, a un comprador para el internacional francés, cuyo caché sigue cayendo en picado. Sigue estando lejos de la versión que exhibió en el Sevilla, y en sus primeros meses en el Camp Nou, y no recupera la confianza en sí mismo. Es demasiado propenso a cometer errores de bulto, que cuestan goles en contra, y los londinenses no se han planteado en ningún momento negociar para retenerlo en propiedad.
Ya sorprendió a todos el hecho de que se interesaran por un futbolista que estaba siendo muy cuestionado, y que tenía un papel residual en los esquemas de Xavi Hernández, pero decidieron darle un voto de confianza. Una jugada que claramente ha salido bastante mal, razón por la que están profundamente arrepentidos. Por suerte, no pactaron ninguna opción de compra obligatoria, y podrán perderle de vista el 30 de junio.
Ahora, el ‘marrón’ es para el Barça, donde Lenglet sigue teniendo un contrato firmado de larga duración, hasta 2026. Y como ha apuntado el citado medio, el ex técnico del Al-Sadd ya ha dejado bien claro que no quiere ver de vuelta al zaguero galo. Se da más que por satisfecho con las opciones que tiene para el eje de la retaguardia, y en ningún caso se ha planteado lo de darle una nueva reválida. Laporta deberá de colocarlo en la lista de transferibles, y esperar un milagro.
Se conforman con recibir cualquier oferta, aunque sea inferior a los 35 millones de euros que Josep María Bartomeu pagó en su momento por él, hace un lustro.